Sospechas de blanqueo en la compra del puerto deportivo de San Andrés

Juan Manuel Carlos Llorca, antes y después de una operación de cirugía estética.

Canarias Ahora

Santa Cruz de Tenerife —

Las investigaciones policiales desarrolladas por la unidad central de la Sección de Blanqueo de la Brigada de Delincuencia Económica y Financiera (BIDEF) en el marco de la operación Lavandera determinaron que el dinero que se utilizó en la compra de la concesión del futuro puerto deportivo de San Andrés pudo haber sido utilizado para blanquear dinero del narcotráfico. No es extraño si se tiene en cuenta que el máximo representante de Fórum Filatélico, Juan Manuel Carlos Llorca, actualmente en busca y captura, ya ha sido condenado por este mismo motivo.

La adquisición de los derechos se llevó a cabo a través de cuatro enrevesadas operaciones mercantiles. Primero en junio de 2002, la empresa Parque Marítimo Anaga SA y Coinpel, propiedad del empresario José Ana Labajos imputado en este caso, en primer lugar y de su mujer e hijo en el segundo, vendieron sus derechos a Centro Mode LTD y Club Pharnus Iberia.

Los precios acordados fueron 1,8 millones y 24.329 euros respectivamente. En realidad detrás de estos nombres quien se encuentra es Llorca cuyos abogados inmediatamente se incorporan como apoderados de las cuentas de Parque Marítimo.

Pero el mismo día y ante el mismo notario, Pérez Labajos vende el resto de las acciones que estaban en su poder a Fire Power LTD y Euromob LTD, que pagan algo más de dos millones cada una. Las cuatro empresas tenían domiciliadas sus cuentas en Londres excepto Club Pharnus, radicada en España, y todos los repesentantes que participaron en esta operación han estado relacionados en algún momento con Llorca.

De hecho, las investigaciones concluyeron con que detrás de estos movimentos en realidad lo que se intentaba era ocultar la identidad de los verdaderos propietarios de las sociedades. “El motivo es desconocido pero podría estar relacionado con actividades delictivas”, se recoge en el sumario.

“Enormes plsuvalías”

Las ventas generaron “unas enormes plusvalías” sobre todo en el caso de Coinpel, que no tenía actividad alguna y que pasa de contar con un capital de 30.000 euros a disponer de más de cuatro millones.

Y es que nada más cerrarse la venta desde las cuentas de Coinpel se realizan pagos a la empresa panameña Three Star Internacional Investment por valor de 636.000 euros. Las sospechas de la policía en el sentido de que se podría estar blanqueando dinero surgen del hecho de que dos de las transferencias por valor cada una de 265.000 euros se realizan al día siguiente de vender las participaciones al Club Phaurus Iberia.

La policía enlaza estas operaciones con la noticia aparecida en la prensa local en aquellas fechas en las que se relacionaba a un constructor local con narcotraficantes colombianos. Aunque no se dan nombres, lo cierto es que el movimiento de las operaciones financieras, las referencias a la delicada situación económica por la que atraviesa el empresario y el hecho de que esté incluido en este sumario dejan poco espacio para la imaginación.

La policía sin embargo desmintió que se estuviera investigando este caso concreto. No obstante, la Brigada indica que de ser cierto el artículo periodístico, “los auténticos propietarios de los fondos manejados serían carteles dedicados al tráfico de cocaína”.

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