Los vecinos afectados por el derrumbe en Paseo de Chil denuncian la desprotección de sus viviendas

Vecinos desalojados por el derrumbe en Paseo de Chill durante una rueda de prensa en el Hotel Valencia.

Iván Alejandro Hernández

Las Palmas de Gran Canaria —

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Los vecinos afectados por el derrumbe del muro en Paseo de Chil (Las Palmas de Gran Canaria) han denunciado la desprotección de sus viviendas, después de que el pasado jueves una de las familias sufriera un robo. Maeva Media, una de las víctimas del hurto, asegura sentirse “engañada” por el concejal Urbanismo del Consistorio capitalino, Javier Doreste, quien le aseguró que su casa, al igual que las demás, estaba siendo vigilada durante 24 horas, “con perros de la Policía Local y un dron” y, a pesar de ello, “fueron los vecinos de la parte de San Antonio quienes vieron movimientos de personas y avisaron a los agentes”.

Maeva Medina se vio obligada a abandonar su vivienda junto a su marido, su madre y sus dos hijos el pasado 11 de abril, ante los riesgos provocados por el derrumbe de la estructura. El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria la realojó, junto a su familia y los demás afectados, en el Hotel Valencia. 16 días después, Medina, junto a otros vecinos, convocaron una rueda de prensa para expresar que se han sentido abandonados por el Consistorio capitalino, al no tener la información ni la asistencia que, a su juicio, le corresponde.

Más de un mes después, explican que la situación no ha variado mucho. Ahora, al menos, la concejala de Fomento, Servicios Público y Agua, Inmaculada Medina, se ha erigido como interlocutora y les ha asegurado que el próximo viernes podrán entrar a sus viviendas para recoger sus pertenencias, pues solo han podido acudir una vez. “Se ha portado muy bien”, ha afirmado Medina.

Las críticas se han centrado en Doreste, quien, según el testimonio de varios vecinos, es “culpable” del robo, puesto que les había asegurado durante una reunión que la vigilancia era efectiva y, posteriormente, en declaraciones a los medios, había afirmado que los hechos se habían producido durante “el cambio de turno” de las patrullas policiales ubicadas en Paseo de Chil.

“Nosotros hemos hablado con la Policía Local y ellos nos han dicho que los dos coches se limitan a controlar el tráfico en Paseo de Chil y por la parte de arriba, por San Antonio, que es por donde entraron a robar, no hay vigilancia”, ha afirmado Aridane Hernández (marido de Maeva Medina), quien ya ha presentado la denuncia por robo, después de que fueran detenidos dos de los cuatro ladrones que le sustrajeron más de 500 euros y dos videoconsolas. Sin embargo, Maeva Medina explica que hasta que no puedan volver a entrar a su casa, no sabrán todo lo que les ha sido sustraído.

“Por la parte de arriba no ha habido vigilancia. Por abajo hay coches patrulla para dirigir el tráfico. La vigilancia por arriba las hemos hecho nosotros, por turnos. Pero no podemos cubrir tantas horas. Doreste solo nos recibió una vez y ha mentido. El culpable de ese robo ha sido Doreste. Yo no sé si a mí también me han robado”, relata Pascual Gabas, quien vive con su madre y su hermano, los tres por encima de los 60 años.

Vigilancia policial continua y 9.000 euros gastados en alojamiento manutención

El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha informado que allí tiene “una vigilancia policial continua” y “lleva gastados 9.000 euros en el alojamiento y manutención de los desalojados”. El Consistorio se compromete a seguir haciéndose cargo de estos costes hasta que los vecinos regresen a sus casas.

“La obra acabará a finales de junio y entonces podrán volver a sus viviendas de forma definitiva”, ha explicado el Ayuntamiento capitalino, quien ha anunciado que, además, “se está gestionando una ayuda de emergencia a través de Asuntos Sociales que oscila entre los 800 y 900 euros a cada familia”.

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