El frío prolonga la floración del almendro en Gran Canaria

Almendro en Flor en Gran Canaria. Foto: Cirenia Vico

Jennifer Jiménez

Las Palmas de Gran Canaria —

Miles de almendros embellecen el paisaje de Gran Canaria impregnándola de tonalidades blancas y rosadas, fruto del florecer de las ramas de estos árboles. Tejeda y Valsequillo reúnen las mayores cantidades de almendros, que se localizan a las orillas de los cultivos, en laderas escarpadas y en riscos de difícil acceso. Se trata de una plantación de gran importancia para estos municipios que celebran cada año una fiesta en su honor.

Este invierno se han registrado muy bajas temperaturas en la Isla de manera prolongada, que unido al soplo favorable de los alisios y a los índices de humedad contribuye a que pueda apreciarse este paisaje, incluso hasta el mes de marzo. Esta es la estimación que hace Sergio de La Coba, concejal de Desarrollo Rural de Tejeda, que apunta que el almendro en flor supone un reclamo más para que turistas y canarios se acerquen al municipio.

El almendro no sólo ha gozado de valor paisajístico a lo largo de la historia ya que su cultivo llegó a representar antaño una gran influencia en la Isla. Cuenta Julián Santana, presidente de la Asociación de la Almendra en Gran Canaria, que este fruto se exportaba a otras islas, a la península y a Inglaterra. Sin embargo, a partir de los años ochenta, debido al éxodo rural y al impulso del turismo se comenzó poco a poco a dejar de cultivar. Santana y De la Coba coinciden en que la recogida de la almendra supone un trabajo arduo debido a las condiciones del terreno, que no es llano, como sucede con otros productos agrícolas.

Actualmente el 90% de la almendra utilizada por las industrias canarias, así como la que se comercia en los mercados es importada. Si no contamos a las personas que llenan sacos con este fruto para uso particular, la Asociación y el Ayuntamiento apuntan que sólo se recoge un 10% de la almendra de la Isla. Se trata de una cifra muy pequeña teniendo en cuenta que la Asociación contabiliza más de 100.000 almendros y que cada uno de ellos puede llegar a dar al año entre 40 y 50 kilos.

Santana afirma que en el año en el que se creó la Asociación se recogieron cinco mil kilos en la Isla y que después de ocho años han logrado aumentar la cifra en 40.000 kilos. Sin embargo, señala que esta cantidad aún se encuentra muy lejos de la importada, que supone entre diez y doce toneladas de almendras mensualmente.

Además de las dificultades para la recogida del cultivo, Santana detalla que competir con los precios del mercado es muy difícil. El presidente de la Asociación puntualiza que la almendra de Gran Canaria presenta una gran calidad en grasa y unas peculiaridades únicas, pero es una tarea muy difícil concienciar a los consumidores a la hora de pagar más por un producto.

De la Coba coincide en recalcar las singularidades de esta almendra, que contiene una gran cantidad de aceite y posee un “dulce amargor”, lo que considera perfecto para elaborar postres y dulces. Por estas características, las industrias locales se hacen con la mayor parte de ese 10% de la producción.

Agricultores que se dediquen sólo a la almendra no hay en Gran Canaria. La mayoría de las personas con terrenos en estas zonas cuentan con hasta un centenar de almendros junto a otras plantaciones. La Asociación de La Almendra de Gran Canaria calcula que ya cuentan con más de 80 socios y trabajan por la concienciación y porque poco a poco vuelva a cobrar fuerza este cultivo agrícola. Santana propone que en los terrenos llanos abandonados se planten almendros. Para esta labor, asegura que en colaboración con el Cabildo Insular se está realizando un estudio para definir cuáles son las mejores variedades de la Isla y a partir de ahí poder plantar las más productivas.

Etiquetas
stats