Las autoridades dan por “controlada” la situación en Cofrentes

VALENCIA, 15 (EUROPA PRESS)

La delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Ana Botella, ha afirmado que la situación en la central nuclear de Cofrentes (Valencia) está “totalmente controlada” y ha afirmado que se esperarán para que los activistas que han accedido esta madrugada a una de las torres de refrigeración desalojen “por su propio pie” la instalación. De no ser así en las próximas horas, ha advertido de que estudiarán cómo actuar.

Botella ha realizado estas declaraciones en rueda de prensa después de que unos 14 activistas de Greenpeace hayan accedido a la central nuclear para pedir al Consejo de Seguridad Nuclear y al Gobierno que no se renueve el permiso de explotación de la central, que vence el 19 de marzo.

La delegada del Gobierno ha hecho hincapié en que esta situación “no produce ningún riesgo de contaminación radiológica ni para la población ni para el medio ambiente” y, de hecho, ha indicado que se ha decretado en este caso el Plan de Emergencia Nuclear en situación cero, que es el baremo más bajo de todos los posibles --el intervalo va de cero a tres--.

Así, ha dejado claro que en este caso no se trata de una alarma nuclear que puede afectar al funcionamiento de la central, sino de “un tema de presencia física de unos intrusos que han vulnerado el perímetro de protección, que contiene vallas eléctricas altas y, a partir de ahí, se han desencadenado acontecimientos”, ha dicho.

Al decretarse el estado cero, se ha constituido el Centro de Coordinación de Operaciones (CECOR), integrado, entre otros, por representantes de la Guardia Civil, gabinetes correspondientes para seguridad, apoyo logístico, la jefa de Protección Civil. Además, se ha abierto un periodo de consultas entre el director del Plan de Emergencias --que en este caso es Botella--, la Sala de Emergencias del Consejo de Seguridad Nuclear (SALEM) y la Central Nuclear para estudiar el suceso. Se ha establecido un sistema de comunicación por teleconferencia entre las diferentes entidades.

125 METROS

Por el momento, se han identificado a 14 personas subidas en una de las torres del centro, que tiene una altura de 125 metros. A pesar de su intrusión, Botella ha indicado que la central “funciona a pleno rendimiento, no ha habido ninguna alteración, ni se ha podido acceder a ninguno de los órganos centrales”.

Botella ha comentado que hasta el lugar del incidente se han desplazado efectivos de la Unidad de Montaña de la Guardia Civil, “por si en algún momento hiciera falta desalojar a estas personas”. No obstante ha matizado que desde un primer momento se han planteado un “compás de espera” y “no tener una actitud contundente de desalojo porque hasta la fecha se trata de un movimiento pacifista”.

La situación, ha agregado, “está totalmente controlada”, y ha mostrado su deseo de que los activistas “depongan ya de su actitud y decidan regresar a sus casas, que será previamente pasando por el juzgado”. Así, ha indicado que cuando bajen, serán detenidos y puestos a disposición judicial.

LOS HERIDOS

Botella ha afirmado que lo “doloroso” de la actuación de estos activistas es que tres vigilantes de seguridad han resultado heridos, uno de ellos de mayor consideración, ya que presenta una herida de siete centímetros en la zona de la cintura causada con una radial. Los otros dos guardias tienen contusiones leves.

“Este tipo de sucesos --ha agregado-- son lamentables y rechazables, son una provocación a un estado de funcionamiento de unas centrales con unas características técnicas y unos protocolos muy rigurosos de seguridad”, ha reiterado.

Preguntada por si tras este incidente está previsto revisar la seguridad de la central, ha indicado que la instalación es “absolutamente segura”, ya que “todo está perfectamente delimitado”. No obstante, ha indicado que el plan de seguridad “siempre se retroalimenta de todos los sucesos, y de cualquier hecho se hace un estudio, un diagnóstico”. “Si luego hay mejoras que se tuvieran que incorporar, se harían”, ha dicho. Así, ha señalado que “hay sucesos” y que “la seguridad al 100 por cien en todo no ocurre”.

Por último, interpelada por la petición efectuada por los activistas de cerrar la central, Botella ha explicado que la instalación lleva funcionando 25 años, mientras que la vida media de estas centrales es de 40. Ahora mismo ha comentado que el Consejo de Seguridad está a punto de remitir un informe al Ministerio de Industria para decir si el centro reúne todos los requisitos de funcionamiento y, a priori, “no se dan circunstancias para que no se renueve” su licencia de funcionamiento, ha comentado.

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