El Banco de Alimentos de Las Palmas atiende a más de 45.000 personas en 2014
El Banco de Alimentos de Las Palmas ha ayudado a 45.686 personas en la provincia durante este año gracias a las 6.700 toneladas de víveres que ha recogido por donaciones de 243 empresas y, en especial, de toda la ciudadanía, según ha señalado este viernes a Efe su presidente, Manuel Pérez.
“Aún no hemos cerrado el año, pero estaremos en torno a 6.700.000 kilos de alimentos recogidos, es una enorme cantidad por la generosidad de todos los que nos apoyan y una ayuda importante para atender a 45.686 personas”, ha subrayado Pérez.
El también miembro del Comité Ejecutivo de la Federación Nacional de Banco de Alimentos ha reconocido que estas entidades son, en cierta medida, “un dique de contención social”, y ha agregado que, mientras sean necesarios, van a estar ahí “echando” una mano
“Mi gran alegría sería cerrar el Banco de Alimento en el 2015 porque significaría que las cosas van bien, que todos tienen un dinero que llevarse al bolsillo y hacer lo que crean oportuno, pero también sé que es una utopía”, ha confesado.
En su opinión, siempre habrá gente que necesite ayuda, aunque la situación económica está mejorando.
De hecho, ha revelado que el Banco de Alimentos atiende casi 1.700 personas menos que durante 2013: “No sé lo que significa porque no soy sociólogo, pero posiblemente sea porque están trabajando”.
“Recibimos mensajes electrónicos que indican que no es un indigente quien lo envía, sino una persona con una cierta cultura, dándonos las gracias y rechazando la ayuda porque no la necesitan ahora, que han encontrado un trabajo y, además, se ofrecen a ayudarnos”, ha abundado Pérez.
El presidente del Banco de Alimentos ha informado de que las 2.100 personas que les ayudaron en la gran operación kilo de los días 28 y 29 de diciembre en 326 tiendas, “muchos eran personas que habían recibido alimentos en su momento y que ahora no los precisan; no sé que significa eso, pero a mí me alegra”.
Para Manuel Pérez, el 2014 ha sido un año “de gran regocijo y felicitad”, el que les produce tener alimentos para entregar a personas necesitadas, que es su función fundamental, y en la que se aplican los 180 jubilados que, de forma altruista, dedican su tiempo con el respaldado de la sociedad.
