Al borde de la tragedia en aguas del Sáhara

El intento de llegar a Canarias por parte de un grupo de 38 subsaharianos que fueron rescatados por la Marina marroquí el pasado sábado bordeó la tragedia, según contó este lunes un periodista francés que les acompañó en ese intento frustrado.

“Están destrozados y ahora para ellos es volver a empezar de nuevo en el punto de partida”, dijo Dominique Mollard, corresponsal en Rabat del segundo canal de la televisión pública alemana que viajaba con los subsaharianos.

Los 38 inmigrantes subsaharianos -procedentes la mayoría de ellos de Ghana, Congo y Mali- se encuentran actualmente en Dajla, en el Sahara Occidental, adonde les condujo la Marina marroquí después de que Mollard consiguiera ayuda por medio de su teléfono por satélite.

El periodista francés contó que acompañó a los subsaharianos para hacer un reportaje sobre los intentos de llegar a las Islas Canarias en cayuco desde Mauritania y que la embarcación zarpó primero el miércoles de la semana pasada.

“Íbamos en busca del 'cayuco nodriza' porque la gendarmería mauritana se lo pone muy difícil para salir de las costas del país y ese es el procedimiento habitual que utilizan”, contó Mollard, quien afirma que todos los ocupantes de la embarcación, excepto dos mujeres y un bebé de cuatro meses, eran hombres adultos.

Tuvieron que regresar a Nuadibú, en el norte de Mauritania, y el siguiente intento lo hicieron el jueves, relató el periodista.

Segundo intento

En esa segunda ocasión, “cuando estábamos a unos doscientos kilómetros de la costa marroquí, y con olas de cuatro metros, con una fuerza de 5 a 6, ocurrió la primera avería del motor” y la embarcación quedó a la deriva.

El periodista relató que la embarcación comenzó a llenarse de agua y que el estado del mar hacía imposible recuperar el control del cayuco, por lo que comenzaron a pedir ayuda con su teléfono.

Las llamadas de auxilio fueron captadas por un petrolero ruso, que les rescató y que -continuó Mollard- creyeron les iba a trasladar a las Islas Canarias.

“Pero nos trataron como a perros”, recordó el periodista sobre el comportamiento de la tripulación del petrolero, que finalmente en realidad les entregó a una patrulla de la Marina marroquí.

Aunque fuentes consultadas en Dajla dijeron que la Gendarmería marroquí había conducido a los náufragos a dependencias oficiales para su identificación, Mollard asegura desconocer la suerte de los subsaharianos.

El periodista realizaba un reportaje sobre la inmigración irregular y para ello “llevaba más de un año intentando meterme en un cayuco, pero aquello está lleno de mafias que piden una media de unos 500 euros por llevar a la gente hasta Canarias”.

“Esa cantidad significa aproximadamente el salario de tres a cuatro años de esa gente”, añadió Mollard, quien confió en poder volver a ver a sus compañeros de travesía frustrada antes de regresar a Rabat.

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