Desprotección, pocos test y contagios: el 90% de los sanitarios canarios teme infectar a sus familias

Imagen de archivo de una unidad de cuidados intensivos.

Iván Suárez

Las Palmas de Gran Canaria —

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Siete de cada diez profesionales sanitarios canarios se sienten desprotegidos en sus puestos de trabajo en esta emergencia generada por la pandemia de COVID-19. Más del 90% considera que los recursos materiales en sus hospitales no son suficientes y teme llevar el virus SARS Cov-2 a casa. Solo un 3% afirma haberse sometido a los test para detectarlos. Los contagios familiares, las restricciones de medios de protección y la posibilidad de infradiagnósticos en determinados puntos del Archipiélago son los principales temores de los trabajadores de la salud en Canarias, según se extrae de las respuestas de una encuesta interna elaborada por uno de los sindicatos con representación en la mesa sectorial de Salud en Canarias, Asaca, para palpar el sentir de quienes se sitúan en la primera línea de batalla contra el coronavirus. Se trata de un cuestionario realizado con medios telemáticos en el que ha participado una muestra significativa de cerca de un millar de sanitarios del los casi de 25.000 con el que cuenta el Servicio Canario de Salud.

A raíz de los resultados de esta encuesta y de los comentarios de profesionales, el sindicato advierte de un problema en la detección comunitaria del coronavirus en las Islas. Canarias sigue siendo la comunidad que registra el menor número de casos por habitantes (39,5 por cada 100.000). El reparto por Islas es, además, muy desigual. En Tenerife se registran dos de cada tres positivos de las Islas. El Hospital de La Candelaria es el complejo que soporta, hasta la fecha, la mayor presión asistencial. 

A falta de datos oficiales desagregados por áreas de salud y gerencias, los profesionales alertan de la posibilidad de un infradiagnóstico de casos, en especial en Gran Canaria, con una población similar a la isla vecina. Los trabajadores inciden en la necesidad de realizar más pruebas para conocer el verdadero alcance de la enfermedad y evitar que la propagación sea aún mayor y se saturen las urgencias, las unidades de cuidados intensivos y las áreas de hospitalización en las próximas semanas. 

Asaca plantea la conveniencia de habilitar puntos de recogida de muestras en vehículos, como hizo la Consejería de Sanidad en Tenerife hace diez días, para facilitar la detección precoz. “No puedes luchar contra un virus si no sabes dónde está”, advirtió hace pocas semanas la Organización Mundial de la Salud. El país al que muchos expertos ponen como ejemplo en la batalla para frenar la pandemia, Corea del Sur, basó su estrategia de contención en el diagnóstico temprano. Para el sindicato, este debe ser el camino a seguir y no los métodos de detección a domicilio, “más caros y lentos”. 

La encuesta interna también pone cifras al sentimiento de inseguridad de los sanitarios. De los profesionales que contestaron las preguntas, un 75% manifestó que los equipos de protección individual (EPI) son insuficientes y un 91% que no disponen de los recursos adecuados. Desde Asaca precisan que en los últimos días sí se ha notado un incremento de material de máxima protección, sobre todo a partir de la llegada a Tenerife de un avión militar cargado con equipamiento sanitario, pero aún en cantidad que entienden insuficiente. 

El sindicato asegura que en muchos servicios las mascarillas se siguen guardando bajo llave y afirma que las restricciones llegan hasta tal punto que en el área quirúrgica del Hospital Negrín se le ha llegado a pedir a algún trabajador que aguante con una autofiltrante de calidad (ffp2) durante toda la semana, a pesar de que los protocolos del Ministerio de Sanidad establecen que este material debe ser desechable. Asaca denuncia también que en el Hospital Insular se están utilizando mascarillas quirúrgicas (no filtrantes) para atender a personas diagnosticadas, una práctica que las autoridades sanitarias no aconsejan porque incrementa el riesgo de contagio entre los profesionales. 

“Hay miedo, incertidumbre, inseguridad, se percibe descoordinación en la programación del trabajo”, sostienen desde el sindicato, que lamenta que la formación sobre los equipos de protección haya llegado “tan tarde”. Asaca reclama que se incremente el número de pruebas para detectar el virus, sobre todo entre el personal sanitario y sociosanitario, y que, siguiendo el ejemplo de Corea, se fijen en todos los hospitales circuitos internos para que los trabajadores que atienden a personas contagiadas no entren en contacto con personal de otras unidades. “Si entran por un sitio, que salgan por el mismo, que no se muevan por otros servicios”, resume. El sindicato recuerda que en la ciudad china de Wuhan, donde comenzó el brote de coronavirus, el 41% de los casos tratados entre el 1 y el 28 de enero contrajeron la enfermedad en el propio hospital. 

Los profesionales siguen reclamando además que se les ofrezca la posibilidad de alojarse en hoteles durante esta emergencia sanitaria para evitar contagiar a sus familias, otro de sus grandes temores. 

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