Ecologistas en Acción advierte de que los canarios respiran aire contaminado

Central de Caletillas (wikipedia.org)

Efe

Las Palmas de Gran Canaria —

Los más de dos millones de personas que residen en Canarias estuvieron expuestos durante el pasado año a niveles de contaminación que superan las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), según el informe de calidad del aire de Ecologistas en Acción.

La coyuntura meteorológica, el repunte del tráfico, el fraude en las emisiones de los automóviles y la apuesta por las energías sucias en detrimento de las renovables están, según el citado informe, entre las causas de un problema que afecta a la salud de los ciudadanos, pero también a los cultivos y espacios naturales.

En el informe elaborado por Ecologistas en Acción se analizan los datos recogidos en 700 estaciones oficiales de medición instaladas en todo el Estado español, entre ellas 55 situadas en Canarias.

En lo que respecta a Canarias Ecologistas en Acción destaca entre sus conclusiones que en 2015 se produjo un aumento general de los niveles de contaminación de partículas en suspensión, así como de dióxido de nitrógeno (NO2) y dióxido de azufre (SO2), el primero desde el inicio de la crisis económica en 2008, mientras que descendieron los de ozono troposférico (O3).

La contaminación generada desde las principales ciudades, las autovías y autopistas y las centrales térmicas de cada isla se extiende por el territorio afectando a zonas más alejadas y rurales en la forma de ozono troposférico, explica Ecologistas en Acción por medio de un comunicado.

Ecologistas en Acción toma como referencia los valores máximos de contaminación recomendados por la OMS y el objetivo a largo plazo para proteger la vegetación establecido por la Unión Europea, y de acuerdo a esos niveles el aire contaminado afectó en 2015 a la totalidad de la población y a la mitad del territorio de Canarias.

Añade que si se toman los valores límite establecidos por la normativa española y europea, más laxos que las recomendaciones de la OMS, la población que respira aire contaminado por encima de los límites legales alcanzaría 900.000 habitantes, repartidos entre Las Palmas de Gran Canaria y el sur y norte de Tenerife.

Y la superficie expuesta a niveles de contaminación que exceden de los legalmente permitidos para proteger los cultivos agrícolas y los ecosistemas naturales alcanza 1.300 kilómetros cuadrados; la quinta parte del territorio, correspondiendo a La Palma, La Gomera y El Hierro.

Las partículas en suspensión (PM10 y PM2,5) y el dióxido de azufre (SO2) son los contaminantes que presentan mayor extensión y afección a la población, con especial incidencia en Las Palmas de Gran Canaria y el sur y norte de Tenerife.

Agrega Ecologistas en Acción que siguen, por tanto, siendo una seria amenaza para la salud, más ahora que durante el año pasado se interrumpió la tendencia a la baja iniciada en 2008, con la crisis económica.

Un problema específico de Canarias es la proximidad al continente africano, que explica los elevados niveles de partículas PM10 por polvo sahariano, y que son perjudiciales para la salud.

El ozono troposférico también afecta a la población, con niveles que se mantienen estacionarios o incluso al alza, lo que se debe al incremento de las temperaturas medias y de las situaciones meteorológicas extremas (olas de calor) durante el verano, como resultado del cambio climático, añade.

No obstante, durante 2015 los niveles de ozono bajaron respecto a los de 2014, de manera que sólo la población y el territorio de Fuerteventura y Lanzarote han seguido expuestos a concentraciones de ozono peligrosas para la salud humana.

Ecologistas en Acción reclama que la contaminación del aire se aborde como un problema de primer orden, y señala que cada año se registran en España más de 25.000 muertes prematuras por afecciones derivadas de la contaminación del aire, de acuerdo a las últimas estimaciones de la Agencia Europea de Medio Ambiente.

Los costes sanitarios derivados de la contaminación atmosférica representan al menos 32.000 millones de euros al año, un 2,8% del PIB español, según la OMS y la OCDE.

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