El rescate se entregó a estribor mientras los marinos estaba a babor y se lo repartieron en la sala de oficiales

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 18 (EUROPA PRESS)

El capitán del pesquero vasco 'Alakrana', Iker Galbarriatu, aseguró este miércoles que la entrega del rescate a los piratas que mantuvieron el atunero secuestrado durante 47 días se realizó en la zona a estribor del barco, mientras que los 36 tripulantes estaban en el área de babor, por lo que no pudieron ver cómo se efectuó, pero indicó que creen que los secuestradores se repartieron el botín en una sala conocida como de oficiales.

“Tenía curiosidad por ver cuánto abultaba tal cantidad de dinero, pero no lo vimos porque las bolsas del rescate se entregaron por estribor y nosotros estábamos a babor. Luego nosotros estábamos en el último piso y los piratas estaban en un salón más abajo que le llamamos de los oficiales y creemos que hicieron el reparto allí”, aseveró Galbarriatu, quien indicó que desconoce si la cifra se eleva, como señalan algunas fuentes, a 2,7 millones de euros.

SE MARCHARON EN 25 BOTES

En declaraciones a Europa Press, Galbarriatu explicó que los negociadores les transmitieron a los tripulantes el pasado lunes que “al día siguiente” podría haber una solución al secuestro, de forma que el martes los piratas “empezaron a marcharse escalonadamente en turnos de seis-ocho en botes”. Según explicó, “unos 25 botes esperaban a los 63 piratas que había a bordo”, hasta que “los últimos cinco” abandonaron el 'Alakrana'.

Entonces este bote con los últimos cinco piratas “pasó por enfrente del barco y puso rumbo a tierra”, que era la señal convenida

para indicarle a la tripulación que ya estaban “completamente libres” y que arrancasen mar adentro al encuentro de la Armada española. “Nos fuimos mar adentro y aparecieron dos helicópteros de la Armada”, afirmó el capitán.

“Los piratas se veían vencedores, satisfechos porque para ellos es una victoria. Ese dinero no lo ganaría en diez vidas un trabajador”, aseveró Galbarriatu, quien reclamó “medidas eficaces y no parches” para solucionar los problemas de seguridad de la flota que faena en el Índico. “No creo que cejen en su empeño de seguir atrapando más barcos porque encontraron un negocio lucrativo. Sólo pueden perder su vida, pero como ya la tienen perdida, es el negocio del siglo”, subrayó.

Respecto a los dos piratas que permanecen detenidos en España, Galbarriatu afirmó que nos les han informado si su situación procesal formó parte de la liberación del 'Alakrana'. “No me importa lo que pase con ellos. No son personas ni tan siquiera animales”, exclamó tras recordar los “abusos” a los que fueron sometidos él y sus compañeros. “Te robaban las cosas y ni siquiera tenían conciencia de ello y se pavoneaban”, ilustró.

PERÍMETRO DE SEGURIDAD

El capitán del 'Alakrana' explicó que cuando fueron secuestrados el pasado 2 de octubre, el atunero estaba “a 300 millas de Somalia”, pero negó que hubiesen arriesgado al estar en esa posición porque cumplían el compromiso --“como se había acordado”, apuntó-- de comunicar dos veces al día la posición del atunero. “Nadie nos había dicho que no nos acercásemos allí”, afirmó tras subrayar que “nunca existió un corredor de seguridad”.

“No se puede pretender que estén en 10 millas 20 barcos y que esté un sólo barco de protección. No se puede llamar perímetro de seguridad. No es efectivo”, sentenció. “Sabíamos dónde estaba la fragata de la Armada, pero no nos dio tiempo físico de llegar allí”, explicó.

En todo caso, prefirió no evaluar la gestión realizada por el Gobierno español porque dijo que carece de información en detalle. “No quiero aventurarme en un juicio de valor, primero tengo que saber cómo ha ido todo porque no estamos muy informados”, dijo.

Galbarriatu puso en duda que tres de sus compañeros fuesen llevados a tierra por los piratas en algún momento y cree que fue “una maniobra de despiste”, de forma que habrían sacado a los marineros del atunero delante de ellos, pero en realidad les habrían dado una vuelta alrededor del barco y los habrían vuelto a subir, pero los mantuvieron aislados del resto de la tripulación.

RUMBO A PUERTO VICTORIA

El 'Alakrana' navega en estos momentos escoltado por la fragata 'Canarias' rumbo a las islas Seychelles, donde tiene previsto llegar el viernes por la mañana. El estado de la tripulación es “bueno en general”, después de que uno de ellos fue trasladado al buque militar por temor a que sufriese una angina de pecho pero, tras ser examinado, se comprobó que está bien.

Según el capitán, el buque no presenta “daños de importancia”, con lo que después de “arreglar el desorden y algunas pequeñas cosas rotas”, ya podrá “continuar con su trabajo”, para lo que ya se está avisando a la tripulación de relevo.

Iker Galbarriatu prefiere no precipitarse en la decisión de si volverá a la mar después de la experiencia vivida porque “las decisiones en caliente no son buenas”, pero lo que tiene claro es que no cree que los agentes de seguridad privada sean la solución a la inseguridad que sufre esta flota y apostó por permitir que sea el Ejército el que se encargue. Lo primero que hará al llegar a su casa es “ver a la familia y agradecerles todo lo que han hecho por nosotros durante este infierno”.

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