El barco español que rescató a 25 personas en una patera no puede desembarcar en Libia

Nuestra Madre de Loreto

La embarcación alicantina Nuestra Madre de Loreto, que el pasado miércoles rescató a veinticinco personas y a un cadáver que se encontraban en una patera a la deriva a 90 millas de Libia, tenía previsto llegar en la madrugada de este viernes al puerto de Trípoli, donde sería desembarcados los inmigrantes.

En declaraciones telefónicas, Sestayo recordó que este jueves por la tarde se dirigían al puerto de Trípoli para desembarcar a los inmigrantes cuando recibieron aviso de Salvamento Marítimo de que no había acuerdo con las autoridades de Libia para dejar allí a los rescatados.

Afirmó que en ese momento se hallaban a unas siete millas de Trípoli (unos 40 minutos de viaje) y que tuvieron que dar media vuelta para regresar a aguas internacionales.

A las 6.30 horas han hablado por última vez con Salvamento Marítimo y desde Madrid se les ha comunicado que la situación no ha variado en las últimas horas, y que deben seguir a la espera de un posible acuerdo con Libia.

Por ello, a estas horas se encuentran a unas 58 millas de la costa africana y con los motores “al mínimo” con la esperanza de que les comuniquen qué hacer.

“Seguimos a la espera de que autoridades españolas no digan algo. Tenemos los motores al mínimo esperando a que nos llamen por si se arregla el asunto”, dijo Sestayo, natural de Camariñas (A Coruña) y que dirige el barco con base en Santa Pola (Alicante) y con una tripulación de catorce personas.

La primera noche ha transcurrido con relativa normalidad aunque la tripulación “está prácticamente sin dormir” por la situación que viven y porque han debido atender a los inmigrantes, que en las primeras horas se hallaban “muy cansados”.

Éstos han dormido en la zona baja del pesquero y a estas horas de la mañana ya han sido pasados a la cubierta alta, sin que hayan causado “ningún problema”.

Sestayo indicó que inicialmente contaban con suficientes provisiones para que la tripulación del pesquero llegara al 10 de julio, fecha en la que tenían previsto regresar a Santa Pola tras la campaña de la quisquilla.

Después de haber hablado con el cocinero, estima que tienen provisiones para atender a las cuarenta personas del barco durante “siete u ocho días”, aunque ya comienza a escasear la leche, debido a que ayer se la proporcionaron a un gran número de los náufragos.

En cuanto al cadáver, han seguido las instrucciones que les dio la pasada noche Salvamento Médico de Madrid y lo han colocado en uno de los túneles que tienen de congelación para que se mantenga en condiciones.

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