La portada de mañana
Acceder
El ataque limitado de Israel a Irán rebaja el temor a una guerra total en Oriente Medio
El voto en Euskadi, municipio a municipio, desde 1980
Opinión - Vivir sobre un polvorín. Por Rosa María Artal

El nivel de alerta 3 solía reducir los contagios de coronavirus en Canarias, pero ahora no lo está haciendo

Curvas del coronavirus en Tenerife

Toni Ferrera

0

El nivel de alerta 3 no está funcionando en las islas capitalinas de Canarias. O por lo menos le está costando arrancar. Desde que el Gobierno regional aplicó este marco de restricciones, ideado para un nivel de riesgo “alto” de la epidemia, según el semáforo de indicadores del Ministerio de Sanidad, la incidencia acumulada (casos por 100.000 habitantes) en los últimos 14 días no ha caído como debería en Tenerife ni Gran Canaria tras llevar más de 20 días bajo el manto de esta normativa.

El Ejecutivo autonómico informó el pasado jueves que la curva de infectados en el Archipiélago, situada en riesgo “medio”, aún no desciende. El portavoz, Julio Pérez, confirmó que el Gobierno no iba a abrir la mano con las restricciones. Pero dejó la puerta abierta a que, si la situación no mejora, las islas con una peor evolución podrían sufrir un endurecimiento de las medidas.

La mayoría de las islas tienen controlada la transmisión del virus. Son Gran Canaria y Tenerife las que preocupan al Ejecutivo. No tanto por que la incidencia (IA) se haya disparado, sino debido a que en el nivel 3, un contexto sanitario de duras limitaciones a la movilidad, la tasa de contagios no termina de caer.

Tenerife, después de muchos meses con el semáforo rojo, entró por primera vez en lo que hoy se conoce como nivel 3 de alerta el 18 de diciembre de 2020. A partir de ahí, la transmisión perdió ritmo y la incidencia se desplomó diez días después. Se puede ver en el gráfico de arriba, que compara la curva de Tenerife desde que se decretó esta normativa en primera y segunda ocasión.

La isla del Teide pasó de más de 250 de incidencia a 160 en poco más de 20 días, una reducción del 56,25%. Sin embargo, ahora no está teniendo el mismo efecto. Desde el 18 de marzo, con 152 de IA, la variación porcentual de la incidencia en Tenerife hasta este domingo es del 19,68%, menos de la mitad de lo que se logró la primera vez en el mismo periodo de tiempo.

En Gran Canaria se aprecia menos la diferencia. Pero también está. Vemos cómo en el estreno de la isla redonda en nivel 3 se comenzó a doblegar la curva pasados los 18 días desde la entrada de las nuevas medidas. Alcanzó su pico el 1 de febrero, con 225 de incidencia. Una semana más tarde, la IA ya había caído a 201. No obstante, hasta el momento ningún descenso desde el 18 de marzo, cuando entró en escena (igual que en Tenerife) el nivel 3 por segunda vez. De hecho, todo lo contrario. La incidencia se encuentra en su cota máxima (154) desde entonces.

¿Han cambiado las normas del nivel 3?

Lo cierto es que no. Lo único que se ha modificado es la apertura de los gimnasios y centros deportivos con un aforo máximo del 33%. El resto de medidas siguen siendo las mismas: cierre perimetral de la isla, toque de queda entre las 22:00 y las 06:00 de la noche, solo se podrán reunir personas no convivientes en terrazas de hostelería, los bares y restaurantes deben cerrar sus espacios interiores, se suspenden las salidas de residentes fuera de los centros y en los complejos hospitalarios también se suspenden las visitas externas.

La no mejoría de la situación epidemiológica ha provocado que uno de los miembros del comité científico que asesora al Gobierno de Canarias, Antonio Sierra, catedrático en Microbiología, Medicina Preventiva y Salud Pública, se pronunciara en contra del cierre de interiores de la hostelería. “El sector está sufriendo un impacto muy fuerte, y su cierre no ha provocado que corrijamos las cifras de contagios. Por eso, creo que habrá que estudiar con rapidez ampliar esas medidas hacia el interior, hacia una autorización restringida en aforo y distancia, porque la salud es la salud, pero el impacto socioeconómico que tiene [la pandemia] influye negativamente sobre ella”.

Otros estudios, sin embargo, sí que avalan el cierre de la hostelería y la restauración para frenar la expansión del virus. Las últimas evidencias científicas motivaron que el Ministerio de Sanidad, en una revisión de las actuaciones de respuesta coordinada por la Comisión de Salud Pública, recomendara a las comunidades autónomas bajar la persiana de los establecimientos de restauración cuando el territorio esté en riesgo “alto”. Gran Canaria, con una incidencia de 154 en los últimos 14 días, se encuentra en él. Tenerife, con 127, no. 

Etiquetas
stats