Una nueva vida para Emira y Mohamed

Dos niños mauritanos acompañados de sus padres llegaron este miércoles a Gran Canaria, isla en cuyo Hospital Materno Infantil recibirán la asistencia sanitaria necesaria para tratar las quemaduras y la dolencia neurológica que sufren, unos casos para los que “no había solución” en Nuadibú.

El director general de Relaciones con África del Gobierno canario, Luis Padilla, fue el encargado de recibir, a las 15.30 horas en el Aeropuerto de Gran Canaria, a la niña Emira Cheikhna Ould Itawaloumrou, de seis años, y al niño Mohamed Ould Mohamed Fadel, de tres, informaron fuentes del departamento del Ejecutivo regional.

Durante la visita oficial que el presidente canario, Adán Martín, realizó a Mauritania a mediados de enero, tuvo ocasión de visitar el hospital de Nuadibú, con el que colabora, desde su inauguración, en 2005, el Ejecutivo regional y en el que permanecían ingresados los dos niños.

Martín se interesó por su delicado estado de salud y por la posibilidad de que fueran asistidos en Canarias de las dolencias que padecen, algo que finalmente ha sido posible, destacaron las fuentes.

Emira, la niña de seis años, cayó en un brasero en mayo de 2006, accidente del que no pudo ser auxiliada de inmediato por sus padres, que en esos momentos se encontraban lejos, por lo que el 45% de su cuerpo resultó quemado y, desde entonces, ha permanecido ingresada en el hospital de Nuadibú.

Por su parte, Mohamed, de tres años, sufre las secuelas de una fiebre neonatal que pudo ocasionar una meningitis, aunque este diagnóstico no lo pudieron determinar entonces en Nuadibú.

El niño sufre un retraso psicomotor que le impide caminar y mover el cuello y, además, precisa de tratamiento neurológico, agregaron las fuentes de la Dirección General de Relaciones con África del Gobierno canario.

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