Los 85.000 números y 1.787 premios esperan ya, bajo llave, a repartir ilusión

Las 85.000 bolas de los números y las 1.787 bolas de premios de la Lotería de Navidad duermen ya bajo tres llaves a la espera de repartir este lunes ilusión y más de 2.300 millones de euros.

A las siete en punto de la tarde el personal del organismo Loterías y Apuestas del Estado ha terminado de comprobar que todo está listo para el sorteo y ha cerrado las tres puertas del salón, precintando la última de ellas con tres candados, cuyas llaves se encuentran ya en sobres sellados en el interior de una caja fuerte custodiada por cámaras y miembros del equipo de seguridad.

Desde las cinco, el salón ha sido un continuo ir y venir de personas trabajando para que este lunes, a partir de las nueve de la mañana, pueda comenzar sin sobresaltos el sorteo más esperado del año.

A esa hora, el personal de limpieza se afanaba en aspirar la moqueta y dejar relucientes los bombos que mañana girarán durante más de tres horas con los números y los premios en su interior, al tiempo que los técnicos comprobaban los focos, medían la luz del escenario con fotómetros y se aseguraban de que las cámaras y micrófonos funcionaban correctamente.

Mientras, los miembros de Loterías y Apuestas del Estado colocaban las liras (artilugios de alambres donde están ordenadas todas las bolas) en dos paraguas, donde los números y premios permanecerán colgados toda la noche.

Nada puede fallar mañana, y para eso no sólo se ha comprobado esta tarde que no falte ninguna bola y que todas estén ordenadas en su alambre, sino que en los últimos días se han realizado unas cinco o seis revisiones más, según ha explicado el responsable de comunicación de Loterías y Apuestas del Estado, César Palazuelos.

De hecho, cuando a partir de las ocho de la mañana el público comience a llenar el salón, los más desconfiados o supersticiosos podrán comprobar que los números que juegan se encuentran, efectivamente, en las liras, y posteriormente todas las bolas (desde el 0 hasta el 84.999) se dejarán caer sobre la tolva, dispositivo en forma de copa que desplazará los números hasta el bombo.

Los 1.787 premios también se han colgado de su correspondiente “paraguas”, pero la que más atención ha acaparado entre las decenas de cámaras de televisión y fotógrafos ha sido la bola de los 3 millones de euros, el esperado Gordo de Navidad.

Tras las comprobaciones oportunas, los trabajadores de Loterías e informadores han ido abandonando el salón y un perro de la policía, que ha revisado todo el recinto buscando algún paquete sospechoso, ha sido el último testigo de que todas las bolas descansan ya, listas para repartir millones mañana.

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