El toque de queda para menores acaba con el absentismo escolar

Plaza de Agüimes después de las 23.00 horas sin jóvenes en la calle

Jennifer Jiménez

Las Palmas de Gran Canaria —

Agüimes no iba desencaminado en 2001 cuando aprobó una ordenanza que prohibiera que los menores de edad estuvieran solos en la calle después de las 11.00 de la noche. El municipio grancanario fue pionero en implantar esta medida que ha contribuido a reducir su tasa de absentismo escolar injustificado y a situarla en la actualidad al 0%. Se trata de una iniciativa que fue muy criticada en sus inicios por distintos partidos políticos que la catalogaron de “retrógrada” y por parte de los vecinos, pero que hoy día se encuentra asimilada en la localidad debido a los aspectos positivos que ha acarreado.

La medida ha sido implantada en países como Islandia (donde los menores no pueden estar en la calle más tarde de las 22.00 horas en invierno y de medianoche en verano), pero con el objetivo de disminuir el consumo de alcohol y drogas en los jóvenes. En los últimos 20 años, se ha reducido de forma radical la compra de estas sustancias en este país, que hoy ocupa el primer puesto de la clasificación europea en cuanto a adolescentes con un estilo de vida saludable, según recoge en un reportaje el periódico El País. “Nosotros somos más chiquititos que Islandia pero lo hacemos con el mismo compromiso y las mismas ganas”, señala el actual alcalde de Agüimes, Óscar Hernández (Roque Aguayro).

Explica que a la hora de aplicar esta medida el gobierno municipal se basó en la Ley de Educación, pues “un niño que está, por ejemplo, hasta la 1.00 de madrugada en la calle entre semana no puede rendir al día siguiente en la escuela”. Desde la entrada en vigor de la ordenanza, se empezaron a detectar familias que no hacían un seguimiento tan responsable del tiempo que pasaban los niños en la calle, y se trabajó con ellos desde el área de Servicios Sociales y los centros educativos del municipio para acabar con esta situación.

Agüimes cuenta en estos momentos con un censo de 28.924 habitantes y 12 centros educativos públicos (contando colegios de Infantil y Primaria e institutos). Aunque la tasa de éxito académico la elabora cada centro y varía constantemente porque depende del número de niños matriculados, de las asignaturas y de la media entre aprobados y suspensos, Hernández asegura que se encuentra en varios centros por encima de la media de Canarias (donde la tasa de absentismo actual es del 1% y la de abandono escolar al cumplir los 16 años es de un 16,5%, según el Gobierno regional).

El camino para lograrlo no fue fácil. El entonces alcalde de esta localidad del sureste grancanario, Antonio Morales (ahora presidente del Cabildo de Gran Canaria), logró sacar adelante la medida con los votos a favor de los miembros de su equipo de gobierno, de la formación municipalista Roque Aguayro, que con los años ha ido ampliando su mayoría absoluta en el consistorio. La ordenanza fue criticada, a pesar de que se elaboró dialogando con la comunidad educativa y basándose en datos como que cerca de un 5% de los menores faltaba al colegio, había un fracaso escolar superior al 10% o ante la preocupación por el inicio temprano de los jóvenes en el consumo de alcohol y drogas. Tanto la Fiscalía como el Gobierno de Canarias apoyó entonces la iniciativa.

El actual alcalde cuenta cómo la medida ya ha sido totalmente aceptada y que los padres incluso la agradecen. “No es un tema que genere conflicto en el municipio, sino todo lo contrario, cuando se han detectado casos concretos se ha actuado con las familias”, apunta.

Otras medidas en beneficio de la juventud

Aunque el llamado toque de queda entre semana para los menores es la iniciativa más llamativa, en realidad el consistorio puso en marcha una serie de actuaciones conjuntas por la juventud dentro de su Ordenanza Municipal de Protección del Menor.

Hernández recuerda que le han acompañado otros programas vinculados con las escuelas deportivas, más formación, cursos de la universidad popular en horario extraescolar... “un cúmulo de actividades paralelas, muchas complementarias con la comunidad educativa”, subraya.

Otra de las iniciativas destacadas son las escuelas para padres. En ellas se tratan temas variados: ¿Cómo poner normas en casa y cómo hacer para que se cumplan?; Autoestima y comunicación, Adolescencia y negociación, ¿Hablamos de drogas con nuestros hijos e hijas?, por ejemplo.

El Ayuntamiento explica que está presente en todos los colegios e institutos y que tiene “un programa de teatro en todos los centros del municipio, multitud de actividades que se enganchan con la programación de actividades que se hacen en cada centro y la labor docente es un complemento a las actividades paralelas”.

Además, hay programas específicos para prevenir el consumo de alcohol y drogas en los jóvenes. “Nos han premiado varias con el tema de toxicomanía, hacemos labores de prevención. Es un conjunto que necesita de la implicación de todos: las escuelas, las familias, y el propio ayuntamiento”, remarca el alcalde.

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