La paloma rabiche vuela de nuevo

Efe

La imagen de dos palomas volando juntas en tiempos de apareamiento puede parecer de lo más normal, pero en Gran Canaria ha llenado de esperanza a los responsables de la reintroducción de la paloma rabiche en sus bosques de monteverde, de los que desapareció hace más de un siglo.

La Consejería de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria ha soltado este jueves cuatro ejemplares más de rabiches en el Parque Rural de Doramas, en un proceso de reintroducción de esta especie endémica de las islas que arrancó en marzo del año pasado y que ya ha permitido que los bosques de Valleseco, Moya y Firgas cuenten don 24 ejemplares. Su titular, María del Mar Arévalo, ha resaltado a Efe que el trabajo comenzó mucho antes, con el esfuerzo realizado desde hace tiempo por el Cabildo para recuperar los antiguos bosques de laurisilva, cuya superficie fue drásticamente arrasada durante el siglo XX, hasta dejarla en un 1% de lo que había llegado a ser.

Con la tala masiva de la laurisilva macaronésica, Gran Canaria perdió además varias especies de fauna que tenían en ella su hábitat, como las palomas rabiche y turqué, especies que aún se conservan en Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro y que ahora vuelven a tener bosques propicios para ellas en la isla redonda. Sin embargo, resalta Arévalo, “en ningún sitio estaba escrito” cómo se reintroducen estas variantes endémicas de paloma en un territorio del que desaparecieron hace un siglo y, además, resultaba inviable soltar ejemplares nacidos en otras islas, porque lo más probable es que estos volaran de regreso a sus antiguos dominios.

“Esto ha sido hacer ciencia, innovar en el medio natural”, resalta Arévalo, porque ha sido necesario desarrollar todo un procedimiento para conseguir que los huevos de paloma rabiche donados por el Cabildo de La Palma prosperasen en el centro de cría de Teror (Gran Canaria) incubados por tórtolas y que los polluelos se adaptaran a un territorio completamente nuevo.

Los primeros dos ejemplares de paloma rabiche nacidos en Gran Canaria se soltaron en Valleseco en marzo de 2012. Desde entonces, se han liberado otros 22, los últimos cinco, este mismo jueves.

“Estamos muy esperanzados porque ya hay emparejamientos”

Los técnicos de este programa, que ha solicitado financiación de los fondos europeos Life, ya han comprobado que algunas de las palomas soltadas en los últimos meses han formado parejas estables, vuelan juntas y han iniciado el proceso de cortejo. “Estamos muy esperanzados porque ya hay emparejamientos, pero aún es muy pronto”, reconoce la consejera de Medio Ambiente.

Si los deseos de los responsables de este programa se cumplen, este verano podrían verse los primeros resultados, ya que la paloma rabiche nidifica en los meses estivales, habitualmente en lugares inaccesibles, como las repisas de los barrancos. Pero el proceso es delicado, porque ponen un solo huevo. Si la reproducción tiene éxito, el pollo abandona el nido a los 21-24 días y es acompañado en sus primeras semanas de vida por el padre.

El Cabildo de Gran Canaria está pendiente de los resultados de este programa de cría en cautividad y reintroducción para adaptarlo, en una segunda fase, a la paloma turqué. Mientras tanto, trabaja en reforzar la protección de sus hábitats no solo con acciones de reforestación, sino también con campañas de educación ambiental en los colegios y con reuniones periódicas con las sociedades locales de cazadores, para enseñarles a distinguir la paloma rabiche de la común e involucrarlos en su conservación.

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