Pocas intenciones de perder un día de salario
Sindicatos, partidos políticos y comunidad educativa han limado asperezas y han unido fuerzas para hacer un llamamiento conjunto y secundar la huelga general contra la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE). Sin embargo, pocas intenciones ha mostrado una parte de los trabajadores de los tres institutos de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y Bachillerato ubicados en la capitalina calle de Tomás Morales de perder un día de salario.
El desencanto con el sistema educativo por parte del profesorado, que sí se mostró partidario de asistir a la manifestación que saldrá de diversos puntos del Archipiélago a las 19:00 horas, es palpable en los pasillos de los colegios, cuyas aulas han amanecido este miércoles sin parte del alumnado, al haber convocado los estudiantes tres días de paro fijados el 22, 23 y 24 de octubre.
En el IES Isabel de España cifraron el seguimiento como bajo y señalaron la falta de asistencia de un grupo de Bachillerato, mientras que en el IES Pérez Galdós dijeron haber notado una disminución de alumnos considerable. Una profesora de este centro afirmó que a una clase de más de 30 estudiantes habían acudido tan sólo siete, sin embargo, otra advirtió que, al haberse realizado excursiones y actividades escolares especiales, las instalaciones parecían más desangeladas de lo normal.
La carencia de estudiantes fue mayor en el recientemente nombrado IES Poeta Tomás Morales Castellano, donde advirtieron la presencia de alrededor del 50% del alumnado y uno de los trabajadores señaló que los menores eran conscientes de la huelga, pero algunos habían comentado que ni siquiera conocían los motivos por los que se había convocado.
“Vengo enfermo a trabajar”
Un profesor del IES Isabel de España, que prefirió no dar a conocer su nombre, argumentó que “el verdadero problema no es la LOMCE, sino otro”, en referencia a que los partidos políticos mayoritarios no se ponen de acuerdo en la elaboración de una ley educativa, algo que a su juicio “no se puede tolerar”. Por otro lado, denunció las carencias del sistema canario, del que aseguró que han desaparecido las horas de apoyo y coordinación.
El mismo docente asegura haberse visto obligado en diversas ocasiones a acudir a trabajar pese a estar enfermo, para que no le descuenten parte del salario a fin de mes, porque “las facturas no me las va a reducir nadie”. Una postura semejante a la mantenida en el instituto contiguo, donde una trabajadora que mostró predisposición a secundar la huelga reivindicó que el Gobierno central “se agarra a eso, a la situación actual y la necesidad de dinero”.
Desde el Poeta Tomás Morales Castellano recuerdan que apenas dos semanas después del inicio del curso, la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias suprimió dos grupos de Bachillerato al considerar que se encontraban muy vacios y lamentan que en las aulas de tamaño medio donde se incluyeron los alumnos que quedaron desubicados “el pestazo a humanidad es criminal”.
Reforma “segregadora”
El portavoz de la Junta de Personal de Las Palmas, máximo órgano de representación del profesorado de la provincia, Fernando Pellicer, denunció que la Ley impulsada por el ministro de Educación, José Ignacio Wert, es “segregadora y va a cercenar los escasos cauces democráticos que existen en los centros educativos”.
Pellicer dice entender que la convocatoria de huelga general exige un “notable sacrificio” a los docentes, que tienen los “bolsillos maltrechos” debido a los recortes, las congelaciones salariales y de la paga extra. Aún así, dice estar convencido de que “la huelga será un rotundo éxito” y de que las manifestaciones convocadas “van a ser una muestra multitudinaria del repulso que generan los recortes”.
Por su parte, Izquierda Unida Canaria (IUC) ha expresado su apoyo a la huelga y posterior manifestación para protestar contra una Ley que califica como una “vuelta atrás al modelo educativo del franquismo”. “Se trata de poner al servicio de la iglesia y del empresariado la educación pública”, apostilla.
El coordinador de IUC en Gran Canaria, Germán Santana, advierte de que “estamos ante un proceso más amplio entre los intereses privados de unos pocos y el control ideológico de la enseñanza”, mientras que el portavoz del área joven de la formación concluye que “somos la generación NiNi, pero la de Ni nos dejan trabajar, Ni nos dejan estudiar”.