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“La ruta de los refugiados por Libia es mucho más peligrosa y no conduce a ningún lado”

El vicepresidente de la ONG Proactiva Open Arms, José Luis Smoris (d), posa junto a su compañero Humberto Fernández. EFE/Carlos De Saá

Eloy Vera (EFE)

Puerto del Rosario —

El acuerdo de la Unión Europea con Turquía ha reducido “drásticamente” los refugiados que llegan a Grecia, pero ha potenciado otras rutas como la salida desde Libia, “mucho más peligrosa y sin opción de llegar a ningún lado” para las personas que se aventuran en ella, si no se las rescata.

Así lo ha advierte en una entrevista con Efe el vicepresidente de la ONG Proactiva Open Arms, José Luis Smoris, que estos días visita Fuerteventura junto a su compañero Humberto Fernández para participar en las jornadas En los zapatos de las personas refugiadas, organizadas por la Asociación Raíz del Pueblo.

Smoris llegó de Libia el pasado 2 de octubre, tras permanecer durante 15 días a bordo del Astral, el barco habilitado por la ONG para el recate de refugiados e inmigrantes en el Mediterráneo.

Este voluntario, que ha también ha trabajado en la isla de Lesbos, en Grecia, asegura que el pacto migratorio sellado en marzo entre la Unión Europea y Turquía “no es entendible” y solo se justifica porque los refugiados “están en las puertas de nuestra casa y a nadie le gusta ver eso”.

Ese acuerdo ha reducido “drásticamente” la entrada a Grecia debido al cierre de fronteras, el mayor control en el mar y las repatriaciones en caliente, según explica este socorrista de Proactiva, quien señala que los refugiados ahora llegan a esa zona del Egeo “a cuentagotas, dos o tres embarcaciones a la semana”.

Sin embargo, el cierre de fronteras ha obligado a las miles de personas que huyen de la guerra de Siria o los conflictos de África a buscar nuevas rutas como la de Libia, donde en estos momentos trabaja un equipo de la organización.

Smoris comenta que ya los refugiados e inmigrantes “no suben a Turquía, sino que cruzan el Sinaí hasta llegar a Libia, una zona mucho más peligrosa para ellos porque en el Mediterráneo no tienen ninguna opción de llegar a algún lado”.

El socorrista hace hincapié en la diferencia entre la ruta de Lesbos y la de Libia: “Lesbos está a solo a ocho kilómetros de distancia de Turquía y pueden llegar, independientemente de que acaben en un acantilado o en una playa”, mientras que en el Mediterráneo “no tienen opción de llegar a ningún lado, ya que su combustible sólo les da para 15 o 20 millas a lo sumo”, añade.

La ruta con salida desde Libia ha sido utilizada por unas 35.000 personas desde julio y ha dejado al menos 3.000 muertos desde esa fecha, según detalla Smoris, quien también alerta del peligro de que se hayan incrementado el número de pasajeros respecto a lo que se veía en Lesbos, con botes con 120 o 140 personas o en barcos de madera con 400 tripulantes a bordo.

Antes de llegar a principios de octubre a España, este voluntario y el resto del equipo de Proactiva tuvieron que hacer frente a una de sus intervenciones más complicadas tras divisar una embarcación con 125 personas a bordo. La mayoría eran somalíes jóvenes, de unos 15 años, además de familias y mujeres con niños.

El temporal dificultó el rescate y obligó a que se extendiera la navegación unas 40 horas hasta que consiguieron llevarlos a la isla de Lampedusa (Italia). “Nosotros cogimos a un grupo, las mujeres con niños y familias, y del resto se encargó Sea-Watch”, explica.

Durante el tiempo de navegación, los voluntarios de Proactiva compartieron confidencias y escucharon las historias de algunos de ellos y de cómo habían tardado alrededor de un año y medio en llegar a Siria, donde fueron detenidos durante un año hasta que sus familias pagaron unos 700 dólares para su puesta en libertad.

En Fuerteventura, el voluntario también ha hablado del papel que juega la Unión Europea en la crisis de los refugiados.

Smoris denuncia que “Europa está fallando en todo y no está respetando los derechos internacionales” y se pregunta qué podría hacer realmente un estado o la propia UE si una organización no gubernamental como la suya, con poco presupuesto, puede hacer el trabajo que está haciendo.

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