Decomisan 400 kilos de pescado en Arona por romper la cadena de frío

Efe

S.C. de Tenerife/ Las Palmas de G.C. —

El Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) ha decomisado 400 kilogramos de pescado y marisco de un establecimiento de Los Cristianos, en el municipio de Arona, y que al parecer no había respetado la cadena de frío.

Una nota de la Guardia Civil informa de que en concreto la mercancía había sido expuesto a diversos cambios de descongelado total y se había vuelto a congelar para ser otra vez puesto a la venta. La Guardia Civil informa de que todo ello supone una clara infracción a las normas sanitarias básicas y una temeridad por parte de los responsables de venta de los productos

La inspección tuvo lugar el pasado martes cuando los agentes realizaron una inspección en el establecimiento con venta directa al pública. Tras comprobar la mercancía, los agentes solicitaron el apoyo del servicio fiscal de Playa de Las Américas y de un inspector de Sanidad.

Una vez que se continúa con la inspección, ya se certifica que se ha roto la cadena de frío y a la vez continuar el producto en venta para el consumo humano con el consiguiente riesgo para la salud humana. Por ello se procedió al levantamiento de las actas correspondientes y se intervinieron los 400 kilogramos de pescado variado y marisco.

Por otro lado, la Guardia Civil ha imputado a un hombre en Gáldar (Gran Canaria) acusado de haber denunciado en falso que le habían robado el coche para ocultar que había lo conducido a pesar de que tenía el carné suspendido por orden judicial y de que no contaba con el seguro obligatorio.

La Guardia Civil detectó el coche del acusado aparcado en el arcén de la carretera GC-2, en el kilómetro 20, sin signos de avería, en una situación que representaba un riesgo para el tráfico, según ha informado hoy la Comandancia de Las Palmas.

Cuando los agentes llamaron a la grúa para que se llevara el coche al depósito, se presentó el acusado, B.M.P., que se identificó como el dueño del vehículo y dijo que se lo habían robado la noche anterior. Luego, interpuso la correspondiente denuncia.

Al investigar la situación, la Guardia Civil averiguó que B.M.P. tenía suspendido por orden judicial el carné de conducir, que había perdido todos los puntos y que su coche carecía de seguro y no había pasado en plazo la Inspección Técnica de Vehículos.

Los agentes comprobaron además que el coche no presentaba ningún signo de haber sido objeto de un robo, tras lo que llegaron a la conclusión de que B.M.P. lo había conducido ese día, se había quedado sin combustible y, al ver que llegaba una patrulla de Tráfico, optó por denunciar un supuesto robo.

B.M.P. ha sido imputado por delitos de denuncia falsa, contra la seguridad vial por conducir sin ningún punto de permiso de conducción y quebrantamiento de condena por no respetar la orden judicial que le prohibía conducir vehículos a motor y ciclomotores.

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