El telurio no traerá riqueza a corto plazo, pero sí aportará valor científico

Zona objetivo de la campaña DRAGO 0511; marcados los distintos montes submarinos: Bimbache, The Paps, Echo, Tropic y otras elevaciones menores. Imagen del IEO.

Jennifer Jiménez

Las Palmas de Gran Canaria —

El hallazgo de un yacimiento de Telurio en el monte submarino Tropic, a 250 millas de Canarias, ha despertado en los últimos días interés por este mineral tan codiciado como escaso. De momento, España tendrá que esperar a la resolución de la ONU sobre estas aguas, que siguen siendo internacionales hasta que la comisión de expertos de este organismo estudie la propuesta española de ampliar su plataforma continental. No obstante, de admitir esta petición, habría que estudiar las posibilidades de extracción y si realmente resulta rentable.

El director de la campaña Drago 511, que descubrió en 2015 estas “islas hundidas”, Juan Tomás Vázquez, indica que aunque se trata de un recurso interesante de cara al futuro, si se decidiera explotarlo, la extracción no sería inmediata. El investigador del Instituto Español de Oceanografía explica que primero tendría que elaborarse un proyecto y unos planes de impacto, ya que aunque las labores de extracción en principio no contaminarían, sí que habría que estudiar cómo afectaría a la flora y fauna marina. Señala que el yacimiento encontrado, donde también se localizan otros minerales como el cobalto o el níquel, es interesante tanto por la definición de hábitats a través de la geología como por sus posibilidades futuras.

En lo interesante que resulta este recurso para la Ciencia coincide el catedrático de Geología de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) José Mangas, que también ha investigado otros montes submarinos más cercanos a Canarias que sí se encuentran en aguas españolas. Este experto subraya que, en estos momentos, ninguna empresa del mundo se encuentra extrayendo minerales del fondo del mar porque resulta “muy costoso” y habría que “desarrollar maquinaria” para hacerlo. Además, baraja que hasta dentro de unos 25 años no podría realizarse y que, de aprobar la extracción, se necesitarían “varias decenas de millones de euros, algo que ni el Gobierno español ni ninguna empresa estaría dispuesto a invertir si no se le garantiza una rentabilidad”.

Mangas apunta que el yacimiento ha marcado un antes y después en el sentido de que es un mineral que los geólogos no buscaban en esta zona y podría dar lugar a que en otros montes submarinos de Canarias existan también cantidades de telurio. Hasta ahora, se había encontrado concentraciones de otros minerales como el cobalto, níquel... pero no se había buscado telurio.

“No podemos estar vendiendo la piel del oso cuando la realidad es que no sabemos ni en qué bosque está escondido”, insiste el catedrático, quien advierte también de que, de conseguir finalmente que estas aguas sean españolas, el Gobierno podría decidir declarar esta zona como espacio protegido, como ya lo están otros montes submarinos del Archipiélago debido a su fauna y flora marina. “Esto no es como vender pescado y debe quedar claro a la ciudadanía”, insiste.

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