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CRÍTICA DE CINE

Del Toro enamorado

Fotograma del filme de Del Toro 'La forma del agua'

Fer D. Padilla

Santa Cruz de Tenerife —

- Título: La forma del agua (The Shape of Water), 2017

- Dirección: Guillermo del Toro

- Guión: Guillermo del Toro y Vanessa Taylor

- Reparto: Sally Hawkins, Richard Jenkins, Michael Shannon, Doug Jones, Octavia Spencer, Michael Stuhlbarg, Lauren Lee Smith

Es de las películas del año, sin duda alguna. También es una de las más amenas de la última década. La forma del agua es quizá la mejor película de Guillermo del Toro (difícil comparación con El laberinto del fauno), es su trabajo más transparente. El director de Hellboy (2004) ha conseguido retratar en el lienzo de esta película su historia más fantásticamente real, utilizando sus propias obsesiones y excentricidades.

La dirección es lo mejor de esta cinta, que nos transporta a un universo paralelo insertado en el que estamos acostumbrados a ver. Todos sus planos están cuidados al detalle con una estética inmejorable. Un goce para la vista que gana mucho más que un único visionado, con el que uno ya queda prendado de sus decorados y de su preciosa paleta de colores verdes, rojos y dorados.

A pesar de lo hipnotizante del mundo retratado en La forma del agua, los personajes resultan absolutamente creíbles en cuanto a las circunstancias de las que se ven acompañados. Pese a algún vacío que a continuación comentaremos, lo cierto es que nos acaba interesando cada una de sus grandes y pequeñas historias, y los personajes que las protagonizan. Podemos empatizar con ellos (maravillosa Sally Hawkins), causarnos un radical desagrado (correctísimo Michael Shannon), encontrar el punto optimista de una vida de frustración (Octavia Spencer y Richard Hawkins, sobran las palabras) o sentirnos maravillados por lo que este mundo alberga tanto física como emocionalmente, como es ese ser que encarna la figura de Doug Jones, el curioso actor siempre recurrido por Del Toro.

El punto débil de esta película es su guión. Teniendo algunas lagunas importantes -mayormente en cuanto a su desenlace-, bebe de muchas influencias sin arriesgar su llegada a un punto de auténtica originalidad. Es en su marco narrativo donde se hospeda una descomunal dosis de nostalgia, algo que va gustando en demasía a la meca del cine en, al menos, las últimas décadas del séptimo arte norteamericano. Al igual que en otras historias coetáneas, como la de la serie Stranger things (Matt y Ross Duffer, 2016), es un romance dentro de una película de espías contada desde el cine fantástico, que bebe de los monstruos de la Universal e incluso de los musicales de los años 30.

Pese a sus -perdonables- fallos en el libreto, La forma del agua es uno de esos títulos que debería quedar en el imaginario colectivo en esos momentos en los que queremos recomendar una película amena, emotiva e interesante cuando situamos el listón donde deberíamos ponerlos siempre. Una joya que se ha marcado Guillermo del Toro.

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