El hotel Botánico convoca un diálogo sobre arte entre Fernando Castro y Maribel Nazco
El arte canario cobrará todo el protagonismo mañana, martes 6 de septiembre (a las 20.00), en las salas del hotel Botánico en Puerto de la Cruz. Este recinto ha previsto la celebración de un diálogo entre la pintora Maribel Nazco y el catedrático de Arte Contemporáneo en la Universidad de La Laguna (ULL) y crítico de arte, además de uno de los mayores especialistas en surrealismo y en la obra de Óscar Domínguez, Fernando Castro Borrego.
En esta cita cultural, actuará de moderador el profesor Fernando Castro Borrego, y la invitada especial será Maribel Nazco. Ambos son artistas e integrantes de la Real Academia Canaria de las Bellas Artes San Miguel de Arcángel y ambos compartirán con el público presente sus amplias experiencias en el ámbito de la creación plástica, de manera especial sobre lo que se ha hecho y se hace en las islas. Nazco es catedrática emérita de Pintura en la ULL y también fue decana de la Facultad de Bellas Artes en esa universidad. Nació en Los Llanos de Aridane, en la isla de La Palma.
En el folleto promocional de este diálogo, Castro Borrego firma un texto en el que asegura que “la dimensión estética es también una dimensión cultural. Wolfgang Kiessling [propietario del hotel Botánico, de Loro Parque y de Siam Park] ha querido establecer una relación entre cultura y turismo al crear una suerte de museo de la pintura canaria en el hotel Botánico, en Puerto de la Cruz.
Las obras que se exhiben en sus salones tienen un valor decorativo pero también cognoscitivo. El arte no es solo placer sino conocimiento: es un hecho cultural que arroja información sobre la naturaleza y el hombre que habita en estas islas“.
Relación comunicativa entre artista y público
El catedrático de Arte Contemporáneo también subraya que, “tras recibir en 2015 un premio al mecenazgo de la Real Academia Canaria de Bellas Artes, Wolfgang Kiessling pensó que había que abrir una vía de diálogo entre los artistas vivos y la sociedad, iniciativa que desde la empresa privada no se había acometido antes en Canarias. Aunque el sujeto creador no puede sustraerse al hecho de que su obra tiene un valor comunicativo, es bien sabido que su trabajo se desarrolla en soledad. Precisamente por esto, tiene sentido restablecer la relación comunicativa entre el artista y el público”, sostiene Castro Borrego.
El crítico de arte tinerfeño añade en la misma publicación: “Este ciclo de charlas, con el formato de diálogo y con la dirección de un crítico de arte, es el elegido. Como los artistas que participarán en dicho ciclo han pasado previamente por el filtro de la Academia Canaria, pues han ingresado en ella después de acreditar sus méritos, no hay arbitrariedad alguna en la selección de éstos. La propia institución académica establece de este modo un vínculo con la sociedad en cuyo seno ha nacido y a la cual debe rendir cuentas de sus actividades. Para la Academia y sus artistas se trata de asumir una responsabilidad social, mientras que para el mundo de la empresa es una forma de mecenazgo en absoluto despreciable”.