La falta de ambición condena al Tenerife en Jaén (1-0)

Rivero ante el Jaén.

Ramón Hernández/Radio Marca Tenerife

Santa Cruz de Tenerife —

El guión más cruel se cumplió en Jaén. Tras un partido muy parejo, donde el Tenerife fue claramente de más a menos, los de Cervera cayeron derrotados en la Nueva Victoria, con un gol en el minuto 90, tras un absurdo penalti cometido por Diego Rivas, que había cuajado un buen partido en su debut como titular, pero que acabó estropeándolo con un error inocente que le costó un punto a los suyos. Tras una buena primera parte, los chicharreros se fueron echando atrás progresivamente, y propiciaron que su adversario acabase teniendo la opción de conseguir un triunfo que deja a los tinerfeños en la misma cuarta posición, pero ahora a cinco puntos del ascenso directo.

El Tenerife probablemente protagonizó el mejor comienzo como visitante, de toda la temporada. Consciente de la ansiedad de su rival, el equipo de Cervera apostó por agobiar a los locales. Así, la tripleta que formaban Edgar, Ayoze y Aridane se encargaron de destrozar a la defensa rival.

A los diez minutos, Ayoze ya había desequilibrado y superado varias veces a la defensa local. Édgar se asociaba con muchísimo peligro con Aridane y, por el camino, además de varios disparos del pichichi tinerfeño, Aitor Sanz envió el balón al palo, en un disparo desde fuera del área que tocó el meta jienense.

Tras los minutos de asedio visitante, los de Manolo Herrero empezaron a salir del letargo inicial, sobre todo con un activo Óscar Rico. Precisamente, en una falta lateral que botó Rico fue el preludio de la mejor ocasión de los andaluces. Diego Rivas, que debutaba en la portería, se tragó el centro del ex-blanquiazul y fue Israel Jerez el que cabeceó al palo. La primera intervención del guardameta gallego no invitó al optimismo.

El primer acercamiento serio de los locales fue un punto de inflexión. El choque entró en una fase de tanteo, por parte de ambos equipos. El Tenerife perdió la capacidad de sorprender a la contra, y disminuyó su presencia en el área contraria, lo que propició que Diego Rivas enmendase su error inicial, sacando un balón complicado tras un remate de Jozabed que se colaba en la red, a la media hora de juego.

La réplica no tardó en llegar. Édgar sirvió a Ricardo quien, desde la línea de fondo, metió un pase atrás que envió fuera Quique Rivero. Tres minutos más tarde, y tras una gran galopada de Ayoze Pérez, Édgar disparó alto, desde fuera del área.

En la recta final de la primera parte, los isleños volvieron a tomar el mando del partido y de la posesión. En otro contragolpe fugaz, Édgar Méndez sirvió para que Ayoze rematase por encima del larguero, en otra ocasión más para los tinerfeños, con la que se llegó al descanso.

Tras el asueto, y en los compases iniciales de la segunda manga, el Jaén se animó a buscar el primer tanto. Tras un remate alto de Jona, fue Israel Jerez el que obligó a Rivas a emplearse a fondo para enviar a córner un disparo lejano que cogió un efecto de fuera hacia adentro.

En el 60, Ros sustituyó a un amonestado Ricardo León, y Chechu Flores hizo lo propio con Édgar. Por ese entonces, el encuentro ya había entrado en una fase insulsa, donde los de Cervera habían perdido toda la presencia en el área rival. Ayoze y Aridane se encontraban perdidos en el entramado defensivo local, y con Rivero y Chechu escorados a las bandas, la capacidad de sorprender en una contra disminuía notablemente.

En el 69, Diego Rivas volvió a salvar al Tenerife. Tras un córner, Jozabed se encontró un balón suelto, en la frontal del área pequeña y, absolutamente sólo, disparo con la zurda encontrándose con la magistral respuesta del cancerbero blanquiazul, que sacó desde el suelo lo que ya se cantaba en la grada como el primer gol andaluz.

Luismi entró por Rivero en el 70, pero los de la isla del Teide seguían sin intimidar a su rival. De hecho, otra vez fue el Jaén el que volvió a merodear por los dominios de Diego Rivas. Fran Machado hizo una diagonal espectacular, se metió en el área, y su disparo cruzado se marchó pegado al poste izquierdo de la portería tinerfeña.

De ahí al final, ninguno de los dos conjuntos se arriesgó a ir decididamente a por el partido, toda vez que conforme se acercaba el final, ambos entrenadores apreciaron más el punto logrado, en pos de sus antagónicos objetivos.

Pero el 89, Diego Rivas tiró por la borda su buen partido. En una jugada en la que Jozabed tenía perdido el balón, el portero blanquiazul cometió un inocente penalti, al hacer el amago de empujar a su rival. El delantero jienense se tiró al notar el leve contacto del cancerbero visitante. Jona ejecutó el definitivo 1-0, que hizo que volase un valioso punto.

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