Los empresarios locales no las tienen todas consigo con la marcha presente de la economía canaria

El Índice de Confianza Empresarial (ICE) ha experimentado en Canarias el segundo mayor descenso de todo el país, solo por delante del que registró Castilla-La Mancha, en último lugar. El indicador retrocedió el 1,6%, según los datos correspondientes al mes de abril (los del segundo trimestre del año), y ello refleja tanto una moderación de los resultados obtenidos durante el trimestre anterior como unas expectativas para los meses de primavera (abril-junio de 2019) en que las previsiones negativas superan a las positivas, informó en una nota la Cámara de Comercio tinerfeña.

El indicador ICE, que lo elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE) en colaboración con el Instituto Canario de Estadística (Istac), augura un segundo trimestre del año en el que la estabilidad será la tónica. Al menos así se desprende de las respuestas proporcionadas por los empresarios de las islas, que en su mayoría -en torno al 64%- esperan que los resultados de este periodo, el segundo trimestre del año, no varíen en exceso respecto a los obtenidos durante el arranque, el primer trimestre. A juicio de la Cámara de Comercio tinerfeña, tal prudencia revela la expectación del sector empresarial ante un devenir económico marcado por la incertidumbre.

La situación de Canarias contrasta con la del otro archipiélago español, Baleares, que presenta el avance más importante en la confianza de su tejido empresarial, con el 5,4%, sobre todo debido a motivos estacionales marcados por el arranque de su temporada alta turística. Baleares se sitúa a la cabeza de un grupo de seis comunidades autónomas en las que el indicador sobrepasa la media nacional (en el 0,3%).

Incentivos para evitar la desaceleración

“Necesitamos medidas de política económica que actúen como incentivos ante una desaceleración que ya no puede negarse”, afirmó el presidente de la Cámara, Santiago Sesé, que advirtió del riesgo de que la inestabilidad política de los meses precedentes y la previsible paralización de la actuación de gobierno derivada de los sucesivos procesos electorales puedan dar lugar a “un año perdido ”en el terreno de la economía.

Aprovechando la inminente celebración de elecciones generales, el presidente Sesé esbozó algunas de las propuestas que su institución traslada a los partidos que concurren a los comicios. Entre ellas, destacó las herramientas que proporcionan el Estatuto de Autonomía y el Régimen Económico y Fiscal (REF) para mitigar la vulnerabilidad económica que sufren las islas debido a su situación de lejanía del continente y fragmentación territorial. Ambas normas, recordó, “son leyes, y además aprobadas por las Cortes Generales”. “Aplicar las medidas que contienen y dotarlas de financiación suficiente en todos los próximos presupuestos generales del Estado ha de ser una prioridad y una condición ineludible para asegurar un crecimiento sólido, sostenible e inclusivo”, añadió Santiago Sesé.

El indicador ICE se construye combinando las previsiones de los empresarios sobre el siguiente trimestre (abril-junio) y sus impresiones sobre el anterior (enero-marzo). En el primer aspecto, las opiniones desfavorables se sitúan seis puntos por encima de las favorables, un resultado algo mejor al de los primeros tres meses del año, cuando la diferencia negativa ascendió a ocho puntos. No obstante, son apreciable mayoría, el 64%, los que calculan que su negocio marchará de manera normal.

En cuanto a los resultados del trimestre precedente, es la primera vez desde hace casi cuatro años (junio de 2015) en que se produce un saldo negativo entre respuestas desfavorables y favorables. Los menos cinco puntos de los meses de invierno contrastan con el saldo positivo de tres puntos del periodo inmediatamente anterior y con los ocho del mismo trimestre de 2018.

El 17,6% de los establecimientos considera que su negocio tuvo un comportamiento positivo, frente al 21,8% del trimestre anterior. El 22,2% aprecia que la marcha de la empresa fue desfavorable en el inicio del año (el 18,5% en el trimestre anterior) y el 60,2% (59,7% entre octubre y diciembre de 2018) considera que la normalidad fue la nota predominante.