“La renovación no es tirar tabiques, es reinventar el destino”
Canarias no puede seguir durmiendo en los laureles ni continuar viviendo del “sol y playa” sino que debe potenciar la renovación -que no consiste en un mero maquillaje de tirar tabiques- para reinventar el destino, según coincidieron este lunes investigadores turísticos y la patronal Ashotel.
En concreto el presidente de la patronal hotelera de Santa Cruz de Tenerife, Jorge Marichal, manifestó que la renovación “es la llave que abre todos los cofres, sobre todo el del empleo”, durante la presentación del volumen “Reinventando alojamientos turísticos”, que ha editado la Cátedra de Turismo CajaCanarias-Ashotel-ULL.
Pero Jorge Marichal subrayó que renovar no es “tirar tabiques o pintar paredes”, sino reinventar el destino y tener la valentía de pararse a pensar “qué va a querer el turista mañana”.
En este asunto hay empresarios más atrevidos y otros más conservadores pero estos últimos “se pueden quedar conservados en formol”, advirtió Marichal, para quien también hay hoteles que cuentan con una buena infraestructura pero no tienen claro lo que venden.
“Ya no vale con estar incluido en un catálogo de 250 hoteles de una zona para el folleto de un operador, en el que ya no cabe cualquier producto porque están reduciendo el número de establecimientos que divulgan y lo que quieren es que el establecimiento ofrezca algo diferente”, afirmó el dirigente hotelero.
Al respecto Raúl Hernández, director de la Cátedra de Turismo y uno de los coordinadores de la obra, señaló que si Canarias quiere mantener su liderazgo turístico en las próximas décadas debe plantearse por qué las políticas de renovación, muchas veces “bienintencionadas”, no han sido “del todo eficaces”.
Adecuar la coordinación
En su opinión, parte del problema es que se debe conseguir una adecuada coordinación entre las administraciones públicas, el sector empresarial y el resto del entorno turístico, pues es el conjunto el que debe estar renovado.
“Debe haber puntos de encuentro entre todos los agentes involucrados: hoteleros, trabajadores, corporaciones, residentes, comercios... porque de la renovación se beneficia todo el destino, pero si sólo la va a hacer uno, quizás a éste no le interese” la inversión necesaria, explicó Hernández.
A su juicio, es necesario establecer un adecuado sistema de incentivos pero también hacer un seguimiento de la renovación y de cómo se ha producido, pues “se ha echado en falta una cultura de la planificación y de la evaluación” en este ámbito.
En su opinión, Canarias debe convertirse en una exportadora de conocimiento turístico si quiere mantener su posición privilegiada en el sector.
Moisés Simancas, profesor titular de Geografía Humana de la Universidad de La Laguna y también coordinador de la obra, opinó que no vale rejuvener el destino incorporando nuevas plazas turísticas, pese a que el 75 por ciento de las camas alojativas en Canarias tiene más de 25 años y el 67 por ciento de ellas están obsoletas.
“Renovar no es un mero maquillaje sino pensar en cómo seguir siendo competitivos porque o nos expulsan del mercado o rebajamos los precios”, dijo el investigador, quien señaló que hasta ahora los empresarios “no han sabido vender a los clientes la renovación” de sus establecimientos, algo que debe comunicar porque ahora “se vende a golpe de click”.
A su juicio, los establecimientos hoteleros deben cambiar la mentalidad “al estilo de las compañías aéreas”.
El volumen “Reinventando alojamientos turísticos” consta de diez capítulos en los que se abordan quince casos de éxito en la renovación de centros alojativos de Puerto de la Cruz y sur de Tenerife, además de Lanzarote, para cambiar su orientación turística, fomentar la eficiencia energética o servir de ejemplo “de buenas prácticas” de comercialización digital, entre otros aspectos.
