Los estibadores afirman que el puerto de Santa Cruz gana en competitividad

Terminal de Contenedores de Tenerife (TCT) en el puerto de Santa Cruz

Rosa Cárdenes

Santa Cruz de Tenerife —

La entrada en funcionamiento de la nueva terminal de contenedores del grupo OHL, la instalación del escáner para contenedores, la construcción de la terminal de cruceros y la organización de un departamento que fomenta las relaciones comerciales han hecho que el puerto de Santa Cruz de Tenerife gane en competitividad, según la opinión de los estibadores.

Estas actuaciones corroboran que el puerto capitalino no quiere dormirse en los laureles como ocurriera hace más de una década por una gestión y dirección política distinta a la que rige hoy en día en la Autoridad Portuaria.

Los estibadores subrayan los logros conseguidos por la actual directiva, presidida por Pedro Rodríguez Zaragoza. “Le ha dado un cambio al puerto radical en organización y en mantenerlo en buen estado, y lo más importante es que ha conseguido poner a Tenerife en el mapa de los puertos”, afirma Víctor Morín, miembro del comité de empresa de Sestife.

“El departamento comercial es una pata fundamental para un puerto”, subraya el representante de la Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar (CETM) acerca de una de las premisas de la gestión de Zaragoza, quien previsiblemente abandonará la presidencia de la Autoridad Portuaria para pasar a formar parte del nuevo Gobierno de Canarias.  

Conscientes de que es difícil recuperar el nivel de movimiento portuario que había antes de 2007, los estibadores consideran que la actividad en el puerto de Santa Cruz se recupera tras un descenso a consecuencia de la caída del consumo. De acuerdo a las últimas cifras sobre el movimiento de mercancía general, el pasado mes de julio el puerto movió 404.030 toneladas, un 6,85 por ciento más respecto al mismo mes del año anterior. De enero a julio, el aumento respecto a 2014 fue del 4,8 por ciento, con 2.638.536 toneladas, según datos de la Autoridad Portuaria.

Al mismo tiempo, los trabajadores portuarios consideran superada la etapa de letargo que vivió el puerto tinerfeño durante la gestión del anterior presidente de la Autoridad Portuaria y en la que el proyecto del puerto de Granadilla se convirtió en la pesadilla de los estibadores ante la pretensión del Gobierno canario y del Cabildo Insular de trasladar el movimiento de contenedores y todas las operaciones de carga y descarga al sur de Tenerife, y dejar a Santa Cruz exclusivamente como terminal de cruceros.

El revuelo en parte de la sociedad tinerfeña y la lucha de los trabajadores portuarios para que no se desatendiera el puerto capitalino, llevó al Gobierno de Canarias y al Cabildo Insular “a definir que Granadilla será una dársena más del puerto de Santa Cruz”, señala Morín, por lo tanto “ya no lo vemos como una amenaza sino como una oportunidad”. 

Cinco son las empresas estibadoras que operan en este puerto: Capsa, OHL, Contenerfrut, Acciona-Trasmediterránea y Armas. Las operaciones de carga y descarga de contenedores se llevan a cabo en la terminal de Capsa y en la Terminal de Contenedores de Tenerife (TCT), donde se hallan dos concesionarias, OHL y Marítima Dávila.  

La ampliación de una de las dársenas, con lo que se ha ganado en capacidad y ha favorecido la entrada de buques de mayor calado, permitió la entrada de OHL y “ha  hecho al puerto de Santa Cruz más competitivo”, subraya Morín.

Tal y como indican Víctor Morín y Roberto Noda García, delegado sindical de Coordinadora, en la actualidad la plantilla de los estibadores de Sestife está compuesta por 196 trabajadores aproximadamente.  

La jornada de trabajo se organiza de acuerdo a las necesidades de personal de las empresas estibadoras, que cada día comunican el número de trabajadores que necesitan. Para salvar los años de crisis, se han establecido turnos rotatorios, y aquellos días en que el estibador no trabaja va al paro como queda establecido en el Expediente Temporale de Regulación de Empleo (ERTE).

La edad media de los estibadores de Santa Cruz es de 43 años y los de mayor antigüedad han pasado en el puerto 18 años. “Es una plantilla consolidada y el rendimiento medio del estibador es bastante alto”, apunta Morín.   

Por su parte, José Francisco Cruz no deja pasar la ocasión para recordar la labor social que hace también la familia de los estibadores a través de Coordinadora Solidaria, pues colaboran en la recogida de juguetes y alimentos para las familias más necesitadas y cooperan con asociaciones como Corazón y Vida. De hecho, en el puerto de Santa Cruz hay una serie de depósitos para la recogida de tapones de plástico que luego son entregados a causas solidarias.  

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