Advierten de la peligrosidad de dos senderos en Tenerife y del “efecto llamada” en las redes sociales

Sendero de las Ventanas de Güímar, en Tenerife

EUROPA PRESS

Santa Cruz de Tenerife —

El imparable crecimiento del senderismo y los deportes de aventura en Tenerife, donde se celebra desde hace años el encuentro internacional Tenerife Walking Festival, genera casi a diario excursiones para observar su belleza natural en distintos enclaves, y muchas al margen de la red oficial de senderos.

Entre las más destacadas se encuentran los llamados Túneles de Teno, en la zona de Masca (Buenavista del Norte), y las Ventanas de Güímar, al sur de la isla, que transitan por viejos canales y en condiciones de alta peligrosidad, y que se han puesto de moda gracias a los vídeos que circulan por las redes sociales.

En declaraciones a Europa Press, el director de la empresa El Cardón NaturExperience y presidente de la asociación provincial de turismo activo, Valerio del Rosario, señala que en el caso de los canales de Teno, por ejemplo, se trata de una excursión “muy peligrosa” que no puede hacer todo el mundo, “y la difusión puede propiciar que la gente se anime a hacerlo”.

Por ello, ha aclarado que su empresa no ofrece esa excursión porque descartan las actividades de riesgo y están más orientados a la mezcla de naturaleza, cultura y patrimonio. “Además, cuesta mucho sacar empresas adelante, haces una cosa mal y te chafa todo el trabajo”, expone.

Del Rosario admite que “es muy difícil de controlar” esa zona porque se accede desde varios sitios, y aunque se pusiera una valla, “hay muchas formas” de saltarlo, en tanto que asume que tampoco hay recursos económicos suficientes para poner vigilancia.

“Será más útil a largo plazo la concienciación”, afirma. “A veces cuesta, pero hay actividades peligrosas que no se debe promover. Este es un tema delicado y no se ha abordado mucho”, añade.

Estimular las actividades peligrosas tiene consecuencias

Sobre cuál de las dos excursiones es más peligrosa, señala que la de Teno va sobre basalto y las rocas no caen, por lo que el gran peligro es la altura, mientras que en Güímar hay un riesgo mayor de derrumbe.

En esa línea, insiste en que “estimular a la gente a hacer cosas no seguras tiene consecuencias”, y se pregunta hasta qué punto se puede coartar la libertad de grabar a alguien, salvo que lo haga en un espacio prohibido expresamente por criterios de conservación o seguridad.

“Es un tema nuevo y hay que tener cuidado”, asegura, pero no oculta que la administración tiene potestad para controlar el paso, poniendo como ejemplo que las galerías de agua están cerradas a raíz del accidente mortal de Piedra de Los Cochinos (Los Silos). “A lo mejor este canal también puede estar cerrado”, destaca.

Del Rosario cree que no es necesario adaptar toda la isla al senderismo para mostrar el espacio natural. “No tenemos que mantener 100 caminos, con tres es suficiente”, señala, pero deja abierta la posibilidad de que se pudiera invertir en la zona de los canales de Teno para acondicionarla, poniendo como ejemplo el llamado Caminito del Rey, en Málaga.

“La inversión sería muy alta pero a lo mejor tiene un retorno bestial”, comenta (en Málaga se recuperó a los dos años). En parecidos términos se expresa José María Pérez Baso, de Patea Tus Montes, quien afirma que esos recorridos no forman parte de la red de senderos de la isla, y por lo tanto, su empresa no los ofrece.

“No llevamos a nuestros clientes por su seguridad, aunque es difícil controlar legalmente y la gente se mete. He visto puertas y las revientan, es inevitable, es difícil de cerrar”, comenta.

Admite que muchos de sus clientes le piden estas excursiones, pero se muestra inflexible: “Trabajamos con gente, no con cajas de cartón, confían en nosotros para llevarlos a lugares que no conocen, alejados y con todas las garantías”.

La consecuencia de esta negativa es que “cuelgan el teléfono y buscan hacerlas por otro lado” porque “cuanto más prohibes, más morbo generas”, y en ese sentido, advierte de que grupos de Facebook o empresas “difíciles de encontrar” las organizan, quizás para abrirse hueco en el mercado del turismo de aventura y ganar clientes.

En el caso de los canales de Teno, a Pérez Baso le consta la “preocupación” en el organismo rector del Parque Rural, pero tiene claro que “si la institución pública no dice nada, la gente seguirá yendo”.

Además, no duda de la peligrosidad: “Es una locura, si te caes, el casco no sirve, y no hay donde afianzar el arnés, la cuestión de la seguridad es muy complicada”.

Instalaciones abandonadas y con desgaste

Pérez Baso señala también que hay instalaciones “abandonadas y sin mantenimiento” y sometidas al desgaste del tiempo, con pequeños desprendimientos incluso. Sin embargo, tanto el de Teno como el Güímar tienen un “atractivo especial” y unas “vistas impresionantes”, con la ventaja de que son caminos llanos que no requieren un gran esfuerzo físico.

Con todo, reconoce que “cada uno es mayorcito” de ir por donde quiera, si bien deja en el aire que “nunca pasa nada hasta que pasa”.

Sobre el impacto de las redes sociales en el senderismo y el deporte activo, señala que a su empresa le ayudan “muchísimo” porque tienen un “fuerte impacto” y segmentan muy bien a potenciales clientes.

Fuentes del Cabildo señalan que el acceso a los canales de Teno es muy amplio y es muy difícil fijar un control, por lo que insisten en que los que se adentren en el paraje lo hacen bajo su propia responsabilidad.

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