Ben Magec pide que la planta de biomasa de Granadilla deje de ser estratégica

Polígono industrial de Granadilla, en el sur de Tenerife

EFE

Granadilla de Abona —

Ben Magec-Ecologistas en Acción ha reclamado este martes al Gobierno canario que retire la declaración de interés estratégico del proyecto de la empresa Ence de construir una planta de biomasa en Granadilla, en el sur de Tenerife, por tratarse de una fuente de energía contaminante.

En un comunicado, Ben Magec ha insistido en su rechazo a las centrales de incineración de biomasa y en su petición al Gobierno canario para que destine “sus esfuerzos” a potenciar soluciones energéticas “verdaderamente renovables, limpias y sostenibles” para Canarias.

Los ecologistas piden una política que permita avanzar hacia la soberanía energética del archipiélago y hacia un modelo libre de las emisiones de CO2 responsables del cambio climático.

Asimismo, Ben Magec afirma que la propia Ence ha reconocido que estas plantas contaminan en un comunicado que difundió el pasado día 21.

Los ecologistas argumentan que, en una tabla adjunta al comunicado, Ence compara las emisiones de óxido de nitrógeno y dióxido de azufre de su central de biomasa de Huelva con la central térmica de Jinámar, en Gran Canaria, poniendo de manifiesto que, aunque sus emisiones están por debajo de las centrales que operan con fueloil y diesel, la incineración de biomasa “es contaminante y sucia”.

Ben Magec añade que hay que tener en cuenta que la empresa compara datos de una central que produce 40 MW y no 70 MW como la proyectada en el puerto de La Luz, por lo que entiende que en este caso la expulsión de gases nocivos hubiese sido aún mayor.

Según la formación ecologista, la empresa aporta “datos confusos y tratados de manera poco rigurosa”, con el fin de minimizar los altos niveles de contaminación del aire que provocan las plantas de energía de biomasa.

Agrega que, de acuerdo a la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, la quema de madera para generar energía produce 79 contaminantes diferentes asociados a enfermedades respiratorias, cardíacas, malformaciones y cáncer.

Ben Magec pide, por ello, al Gobierno de Canarias que retire la declaración de interés estratégico del Proyecto de Biomasa de Granadilla de Ence y deje de apostar definitivamente por este tipo de energía, “que está muy lejos de ser sostenible, limpia, eficiente y ecológica”, sostiene.

Los ecologistas argumentan que se trata de un modelo que ahonda en la dependencia e impide la soberanía energética, dado que en su mayor parte la madera proviene de cultivos de América y África.

Según Ben Magec, el proyecto de central en el puerto de La Luz de 70 MW necesitaba para su funcionamiento 560.000 toneladas de astillas anuales, lo que equivale a unas 15.000 hectáreas de plantación, dos veces la superficie del Parque Natural de Tamadaba.

La organización ecologista añade que los incentivos y primas que desde la UE se ofrecen a la biomasa van en detrimento de energías realmente renovables, limpias, ecológicas y que favorecen la independencia energética, como es el caso de la eólica, la solar, la mareomotriz y la geotérmica.

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