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La gran nevada que deja solo al Teide impresiona a expertos montañeros

Un montañero el pasado domingo en el Parque Nacional del Teide / Pedro Millán

Rosa Cárdenes

Santa Cruz de Tenerife —

La gran nevada que cayó en Tenerife ha causado impresión incluso a expertos montañeros canarios, acostumbrados a moverse por el Parque Nacional del Teide en condiciones diversas y, también, aquellas consideradas adversas para cualquier persona que no reúna las condiciones necesarias para transitar por un espacio como el Teide en estos días.

Pequeños grupos de montañeros se adentraron en el Parque Nacional del Teide el pasado fin de semana, cuando aun no había acabado la tormenta de nieve que dejó más de 1,5 metros de espesor en la cara norte del Teide, que es el lugar por donde anduvo Pedro Millán, acompañado de cuatro compañeros federados.

Como explica Millán, montañero y geógrafo, aunque las carreteras de acceso se cierren cuando se producen nevadas como las de la semana pasada, los montañeros suben caminando al Parque Nacional, equipados y preparados para una actividad de alpinismo invernal que conlleva riesgo y dificultad. Por ese motivo van preparados con crampones, piolet, botas rígidas, cuerdas, arneses, etc, a sabiendas de que ese sobrecogedor paisaje de hielo y nieve, que muchos quieren ver, esconde riesgos considerables.

“Lo tenemos aqui al lado pero estamos hablando del Teide”, indica Millán, el pico más alto de España y uno de los mayores volcanes de la Tierra. “Si te ocurre algo allá arriba, en esas condiciones extremas y no estás preparado, puedes morir”, recalca Millán.

Millán señala que va a haber nieve para varias semanas, así que llama a la prudencia a cuantas personas quieran visitar este paraje natural, cuyos accesos de momento permanecen aun cerrados mientras las cuadrillas de carreteras del Cabildo se afanan por acondicionar las carreteras, retirando hielo y nieve.

El sábado su grupo caminó durante siete horas para llegar al Portillo, a las 23:00 horas, para pasar en una de las casitas la noche, a cinco grados bajo cero aproximadamente. A la mañana siguiente, relata, la tormenta se fue disipando, dando paso a la impresionante imagen del Teide nevado. Ese día el grupo prosiguió su ruta por la cara norte del Teide, “nada fácil pues tienes que estar preparado técnica y físicamente”.

En ese gran paraje natural, el domingo otras personas celebraban que por fin el Teide se dejara ver; de ello dieron cuenta trabajadores de la Agencia Estatal de Meteorologia (Aemet) en Izaña, que quedaron incomunicados por la nieve durante varios días, y personal del Parador del Teide, publicando en ambos casos fotos en las redes sociales.

Ver el Parque Nacional en esas condiciones es sorprendente, señala Millán, y eso que no es ni la primera ni la última nevada que ha visto en el Teide. En su opinión es la mayor nevada de los últimos 25 años.

Para este experto en alpinismo, que el pasado mes de agosto participó en una expedición en las montañas de Kirguistan (Asia central), de más de 6.000 metros de altura, la experiencia en ese Teide blanco y solitario es única. “Aunque la hayas vivido antes, es una experiencia que no se olvida en la vida”, señala.

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