En busca de los restos de 'El Escorial de Canarias', un convento devorado por las llamas hace 220 años

Excavación arqueológica en busca de los restos del antiguo convento de San Lorenzo

EFE

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La Dirección General de Patrimonio Cultural, en colaboración con el Ayuntamiento de La Orotava, financia varios sondeos en la Iglesia de San Francisco ubicada en el casco histórico de este municipio tinerfeño, para tratar de localizar y corroborar el potencial arqueológico del antiguo convento de San Lorenzo.

Su importancia histórica recae en que “El Escorial de Canarias”, como lo denominó Viera y Clavijo, fue uno de los primeros conventos franciscanos tras la conquista de Canarias, de hecho, fue la primera fundación monástica en la Villa de La Orotava, por lo que esta institución es clave en la organización primigenia de lo que sería la posterior urbe, señala un comunicado de la Dirección General de Patrimonio Cultural.

En 1519 los frailes franciscanos constituyeron el convento de San Lorenzo a iniciativa del conquistador Bartolomé Benítez de Lugo, sobrino del Adelantado Alonso Fernández de Lugo y este monasterio llegó a contar con 60 monjes y sirvió como sede capitular de la provincia de Canarias ya en el siglo XVIII, sin embargo, en 1801 gran parte de la estructura fue arrasada por un gran incendio.

Las llamas consumieron las edificaciones, imágenes, mobiliario y documentos y solo se salvó del fuego la portada de cantería de la iglesia y algunas obras de arte, motivo por el cual esta investigación arqueológica dirigida por el equipo de PRORED es determinante para recuperar los casi tres siglos de historia de este enclave.

Entre los objetivos que se pretenden conseguir con esta primera intervención está el de evidenciar arqueológicamente si el antiguo monasterio continuaba su orientación hacia el Sur e “identificar cuál podría haber sido el suelo original del convento desaparecido en el siglo XIX”, explica Hacomar Ruiz, codirector del proyecto.

Según las principales hipótesis, el convento de San Lorenzo se ubicaba en lo que hoy es el Hospital de la Santísima Trinidad y la Iglesia de San Francisco pero su extensión era mucho mayor, ocupando unos 2.600 metros cuadrados aproximadamente.

Al tratarse de una superficie tan amplia, se realizaron cuatro sondeos en un espacio no construido anexo a la Iglesia, donde se encuentran vestigios que podrían haber formado parte de la construcción original.

“La documentación nos dice que en esta zona se encontraba el antiguo convento y con la intervención arqueológica se está siguiendo la estela de unos elementos constructivos que ya indican la importancia arquitectónica de este espacio con una columna de orden corintio o un arco de piedra”, señala el codirector del proyecto.

A través de la Arqueología de la Arquitectura y el registro fotogramétrico se pueden reconocer “diferentes unidades murarias y elementos constructivos que nos explican cuál fue la evolución arquitectónica de este espacio”, señala el arqueólogo, como derrumbes, remodelaciones, construcciones posteriores, reocupaciones, estructuras de combustión, entre otros.

El estudio de los sedimentos contribuye a descifrar el comportamiento humano en relación a ese lugar ya que cada estrato arqueológico conserva diferentes eventos históricos superpuestos entre sí, y por tanto cada uno alberga variada información acerca de la funcionalidad del convento.

Patrimonio Cultura indica que el sedimento recuperado ha sido cribado para procurar la máxima recuperación del material arqueológico que incluye fragmentos de vasijas, elementos de vidrio y metal, diversos fragmentos de fauna, pero también deshechos de la época en la que el Hospital estaba en funcionamiento.

Tras esta primera fase, se plantea una posible segunda intervención arqueológica, ya en extensión, para poder relacionar las diferentes unidades estratigráficas localizadas y los elementos constructivos registrados.

Además, el equipo de trabajo propone la posibilidad de desarrollar distintas actividades de divulgación, englobando este espacio dentro del rico patrimonio cultural y artístico que ya posee la Villa de la Orotava para comprender su pasado.

La directora genera de Patrimonio Cultura, Nona Perera, indica que el protagonismo de la Iglesia y la cristianización resultó fundamental en la conquista y colonización de Canarias y el establecimiento de templos y órdenes religiosas sustentaron un modelo de conquista “que necesitamos conocer para que el pasado de Canarias tenga menos sombras y para ello es imprescindible estudiar estos enclaves”.

Para la concejal delegada de Patrimonio Cultural del Ayuntamiento de La Orotava, Delia Escobar, “con esta primera fase, se hace justicia histórica en un enclave que fue fundamental para el desarrollo y evolución del municipio hace nada más y nada menos que tres siglos.

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