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La voz en Madrid

Pedro Fernández Arcila

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Por primera vez, después de decenas de años de orfandad política, Canarias tiene la oportunidad histórica de contar con representantes electos en el Congreso y en el Senado con capacidad y convicción para defender los intereses de la mayoría de los canarios. La posibilidad real de que las candidaturas de Podemos al Congreso de los Diputados y al Senado logren representación en estas cámaras situará a nuestro archipiélago en un nuevo momento histórico que reclamará, de todas las personas de progreso, mucha cabeza para reconocer esta nueva situación política que se dibuja en nuestra tierra.

Es indudable que lo ya logrado por Podemos en este corto periodo de vida es extraordinario y digno de elogio. La recuperación de la política, el rearme democrático de la ciudadanía y la ilusión que ha despertado el mensaje de Podemos entre amplias capas de la población canaria, de una inusitada intensidad entre la gente joven –como tuvimos ocasión de comprobar recientemente en el mitin que tuvo lugar en la Universidad de La Laguna–, son claros ejemplos de que nos encontramos ante una de las coyunturas más interesantes, quizás la única que se nos presentará a muchas generaciones, para promover un cambio político profundo en nuestra tierra.

Pero es evidente que queda mucho por hacer. La velocidad con que ha crecido esta formación política le ha impedido sumergirse, con el debido reposo, en la compleja realidad de nuestra tierra, y, por las urgencias del cronómetro electoral, no ha sido posible establecer alianzas con otras fuerzas de progreso de Canarias que permitieran articular con mayor solidez el cambio indispensable que se preconiza. Después de las elecciones queda toda una vida para, con el impulso democrático de la ciudadanía, empaparnos de Canarias y lograr que los representantes de Podemos sean lo que están llamados a ser: la voz de los intereses del pueblo canario en Madrid. Para entregarles nuestra voz en Madrid es necesario que todos tomemos conciencia de que, para afrontar los retos de nuestra tierra, es preciso reconocernos como pueblo con plena capacidad para intervenir en nuestra realidad.

Primero tenemos que saber que es indispensable conquistar poder político suficiente para enfrentarnos a los más graves problemas que tenemos en materia de empleo, políticas sociales, educación, viviendas, soberanía energética y alimentaria, apertura a África, recursos naturales, etc. Algunas de las intervenciones de los máximos representantes de Podemos apuntan en esta dirección cuando hablan del reconocimiento de una realidad plurinacional, pero será necesario concretar cómo este reconocimiento de la diversidad del Estado se concreta en el caso de Canarias. En Sí se puede se ha reflexionado y avanzado mucho en este objetivo y será ocasión de debatirlo en los próximos meses.

Pero si importante es contar con un proyecto político propio para Canarias, también es necesario lograr la unidad de las fuerzas políticas de progreso en el archipiélago, elaborando y rubricando este proyecto de manera conjunta. Si logramos unir a todas estas formaciones sociales y políticas en un proyecto transformador para nuestra tierra, la voz del cambio político se oirá con más fuerza en los hemiciclos de Madrid y, lo más importante, en toda Canarias. Con esa esperanza apoyamos desde Sí se puede a Podemos.

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