Ahora los médicos

Por si había alguna duda de que la ruptura radical y sonora con el pasado no ha terminado en el seno de la nueva UD Las Palmas, estamos en condiciones de informarles de que ahora le toca el turno al cuerpo médico habitual. Se trata, como saben los entendidos, de una subcontrata al mando de la cual está el doctor Arturo Gómez, que tiene la desgracia de llevar unos cuantos años vinculado al club, precisamente el mayor pecado que puede cometerse en los tiempos que corren. Ya les contamos el otro día que hubo un primer intento del inspector Towers de cepillarse al equipo de Gómez durante la estancia en Tenerife, cuando trincaron cenando amistosamente a Fernando Vázquez y al doctor Hernández Campos (tampoco se perdonan ciertas amistades). Pero la cosa se paralizó al aparecer publicada la noticia y al darse cuenta los liquidadores de que el doctor Gómez es el mismo médico que atiende a determinadas señoras muy vinculadas a la vía anguliana. Así que han urdido una estratagema para forzar que sea Gómez el que tire la toalla, que ya la semana pasada paró una segunda intentona. Consiste tal estratagema en vetar de nuevo a Javier Hernández Campos, el médico de cabecera, el que acompaña al equipo siempre, alegando para ello que prefieren a Luis Espino, al parecer médico cabildicio. Dirán que el doctor Espino es el médico de su confianza, lo que provocará que Gómez se caliente y se rompan las relaciones. Tiempo al tiempo.