Asamblea se echa al monte

Sin que se secara la tinta del sello de entrada en el Registro del Ayuntamiento de La Oliva, ya se habían precipitado las primeras reacciones a la moción de censura. No se crean que la persona más cabreada del mundo era Claudina Morales, la alcaldesa; ni Asamblea Majorera, su partido, donde hace décadas que saben hacer de la necesidad virtud. Donde más cabreo detectamos fue en el PSOE majorero, ya ven, donde hubo dirigentes que pusieron mar de por medio antes de que se les cayera la cara de vergüenza. En AM, que se reunió sobre la marcha, han decidido pasarle la papa a Paulino para que le diga a Soria que, o lo arregla o se rompe el pacto. Lo que no podemos confirmar para todos ustedes es que el presidente haya alentado ese acuerdo majorero o si, a su recibo, se sumió en una profunda depresión.