La Audiencia, a contrapié

Muy poco ocurrente la declaración institucional hecha pública este miércoles por la Audiencia de Cuentas de Canarias colgándose la medalla de haber sido la conseguidora de que el escándalo del Icfem haya dejado de ser escándalo, y encima, no se haya perdido un euro. La tal declaración se produce poco tiempo después de que el Tribunal de Cuentas haya archivado el asunto y sostenido que los expedientes reclamando los dineros o las justificaciones se hicieron como mandan los cánones. Otra cosa son los cánones, que en su tiempo tuvieron sus puntos débiles, y otra cosa es cómo se lograron justificar algunos cursos. Pero puestos a justificar y a reintegrar, podemos asegurarles que no ha sido la Audiencia de Cuentas la que lo logró: Francisco Zumaquero, que fuera director del Icfem de abril del 98 a mayo del 99, nos ha enviado una ristra de resoluciones publicadas en el Boletín Oficial de Canarias en la que queda claro que desde marzo de 1998 se viene requiriendo a personas, asociaciones y entidades para que justifiquen subvenciones o, en su defecto, las devuelvan. Por haber hasta hay remisiones de expedientes a la justicia y centenares de requerimientos que, como todo el mundo sabe y la ley ordena, tardan su tiempo en tramitarse. Lo sentimos por la Audiencia de Cuentas, pero la medalla habrá de esperar.