Bermúdez, frustrado por la fiscal

Continúa el culebrón en torno a los escándalos de muy presunta corrupción política en Tenerife, mayormente en manos de ATI. Al silencio forzado, pactado, comprado o simplemente sano-sanote, hay que unir el modo en que afloran las noticias de tipo político, como lo frustrado que anda el vicepresidente del Cabildo tinerfeño, José Manuel Bermúdez, una de las principales promesas del tinerfeñismo político. Iban a proclamar su candidatura a la alcaldía de Santa Cruz de Tenerife antes de que terminara el año, pero la querella de la fiscal María Farnés Martínez truncó todos los planes. No patinó Paulino Rivero cuando dijo que Zerolo no sería el candidato, simplemente cumplía con la hoja de ruta pactada entre todos ellos. Pero Zerolo se dio cuenta del desastre que supondría sumar a la querella una retirada del Ayuntamiento, lo que podría equivaler a reconocer ser el autor, coautor, artífice, inductor o cómplice necesario del pelotazo. Bermúdez, no obstante, irá de número dos y esperará su oportunidad, a sabiendas de que si no es por Las Teresitas será por la marina del Fórum, pero cree estar seguro de que acabará el mandato como alcalde de la capital tinerfeña.