Sobre este blog

El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora

Bravo no enseñó respeto al niño

Mientras la oportunidad llega, personajes como Lucas Bravo de Laguna o Francisco González, alcaldes de Santa Brígida y Mogán, respectivamente, que no superarían el más elemental test de inteligencia o de cultura básica, se dedican a hacer política barata, populista, de chochos y pejines? pero tratando de dar la impresión de que ellos representan el futuro del PP y que, cuando ese futuro llegue, serán más modernos, más tolerantes con las minorías, más respetuosos con los rivales políticos y con la prensa adversa. Pero es mentira, lo que viene es mucho peor. Esta misma semana, que apenas llega a su ecuador, ambos alcaldes han dado muestras de la pasta democrática que están hechos. Lucas Bravo de Laguna, que utiliza su cuenta en Facebook para transmitir su ideario político ante el terror que tiene a la prensa más o menos independiente, ha atacado directamente a un juez de la jurisdicción contencioso-administrativa por el simple hecho de no haberle gustado una de sus sentencias. Su señor padre, veterano letrado y consagrado polemista político, no le ha enseñado todavía que todas las sentencias del mundo son criticables, pero ningún cargo público con un mínimo de principios democráticos puede descalificar a un juez por la sentencia que no le gusta. Porque si el responsable político teóricamente está defendiendo desde su puesto el interés general, la misma dedicación tiene el juez, solo que investido por los legisladores (políticos) de la autoridad suficiente para decidir lo que se ajusta o no se ajusta a la legalidad.

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