Conformidades a ciegas

No sabemos si es por un ahorro procesal o sencillamente porque son así de graciosos. Pero el caso cierto es que tenemos en nuestro poder un fax de la Consejería de Educación y Universidades del Cabildo de Gran Canaria en el que se pide a un determinado consejo escolar de otro muy determinado colegio público que acepte la ayuda para libros y material escolar sin más previsiones que la buena fe. Nos explicamos. En tal fax se reclama a los centros que remitan al Cabildo la aceptación de la subvención sin conocer concepto e importe, y sin hacer constar en la contestación ni registro de salida ni fecha de tal comunicación. Es decir, una subvención sumida en la clandestinidad que permitiría al organismo emisor (el Cabildo) disponer a su antojo de cantidades, conceptos, fechas, acuses de recibo, etcétera. Es inimaginable que un consejo escolar acepte una subvención antes de recibirla, sin conocer siquiera su importe. ¿Se imaginan el agosto de los pícaros?