Conversaciones intrascendentes y privadas

Ya conocemos tres de esas grabaciones realizadas a Silverio Matos hace cuatro años, y tienen trascendencia cero. Pero como toda conversación privada en la que los interlocutores hablan con libertad y familiaridad, se vierten comentarios, exclamaciones, expresiones y palabras que se interpretarían mal si se pronunciaran en público. En una de ellas, el alcalde y Carmelo Ramírez hablan del día después de las elecciones municipales de 2007, de quiénes fueron duros adversarios y se tornaron corderitos tras el recuento de los votos. En otra, una ciudadana habla con el alcalde de un empresario local que se ha enfrentado al Ayuntamiento, y en una tercera se reproduce la llamada de felicitación del imán de Vecindario al alcalde por el resultado electoral. ¿Qué hacen esas conversaciones en manos del denunciante y de un determinado partido político local? ¿No tendrían que estar custodiadas por el juzgado hasta comprobar su destrucción dada su condición de intrascendentes para el procedimiento? ¿Quién entregó esas grabaciones a la prensa? ¿Qué prensa se ha negado rotundamente a reproducirlas sabedora de que se estaría contribuyendo a la comisión de un delito? Los denunciantes, que serán más de uno, y quizás de diez, tienen incluso vídeos de una furgoneta comecocos que emitía a través de su megafonía esas conversaciones. No se puede pedir más para una denuncia.