Cuestión de familia (II)

Los lazos familiares son sagrados para mucha gente, pero lo son también los convencionalismos sociales. Por ejemplo, si usted vive y desarrolla su actividad profesional en una sociedad conservadora y un pelín facha, de esas donde son capaces de vaciar la piscina de un club si descubren que en ella se ha bañado un negro, no puede conducirse con frescura. Hay cosas que no son de recibo en ese contexto, como alcanzar las más altas dignidades sin regularizar sus relaciones sentimentales. De ahí que sea muy probable que sus amigos le recomienden organizar una boda rápida, buscar un testigo, personificarse en un juzgado y hacer pareja legal a su pareja de hecho. No importa que fuera muy conocida la relación, un papel es un papel y las cosas se hacen como hay que hacerlas. Y luego ya se puede uno ponerse a pensar en nombramientos.