Cuidado con los otros dos recursos

Pero si todo hace prever que las empresas constructoras acabarán plegándose al resultado del concurso, tal y como lo dejó diseñado el anterior equipo de Román Rodríguez y Rogelio Frade, nadie se atreve a estas alturas a vaticinar cómo acabarán otras dos acciones promovidas por el Colegio de Aparejadores y por el estudio de arquitectura madrileño LLTS Arquitectos, S.L.P. Los aparejadores han recurrido el concurso en lo referente a la asistencia técnica, y es posible que con ellos se pueda alcanzar un acuerdo una vez se despejen las dudas de las constructoras. Pero donde verdaderamente la cosa se va a poner verdaderamente cruda es en el concurso referido a la dirección de la ejecución del proyecto. Como ya saben, ese proyecto es obra de ese estudio de arquitectura, que en su día ganó un concurso de ideas promovido por el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. Como en aquel entonces no había dinero para ejecutar la idea, el consistorio cedió el proyecto y el suelo al Cabildo, que ha sido la institución que lo ha licitado todo en tres lotes. A los arquitectos, sin embargo, alguien del Cabildo les prometió que dirigirían las obras, pero el concurso se inclinó por un estudio local que presentó una baja del 25%. Y es a partir de ahí que se han disparado todas las alarmas, porque los arquitectos madrileños amenazan incluso con la Fiscalía Anticorrupción. Y dicen tener correos electrónicos la mar de comprometedores.