Descaradas campañas

Al grito de “tolete el último” los responsables públicos con capacidad de firmar órdenes de pago se han lanzado a lo grande a gastar pasta en lo que eufemísticamente se llaman campañas institucionales. No vamos a descubrir América si les decimos que se trata en realidad de campañas electorales encubiertas con un extraordinario punto de tomadura de pelo hacia la Junta Electoral y hacia la legalidad. El cuadernillo central de este viernes de Canarias7, dedicado al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria es una muestra palpable de ese descaro institucional. En veinte frondosas páginas en las que se elogia la gestión municipal del Partido Popular, el suplemento se nutre de anuncios casualmente pagados por proveedores municipales, empezando por la empresa que asesoró al consistorio en la implantación del sistema de gestión de la calidad para la obtención de la famosa Q, siguiendo por el proveedor de neumáticos de Guaguas Municipales y terminando por el propio Ayuntamiento, que paga el anuncio más caro, el de la contraportada. Claro que, como los lectores se chupan el dedo, posiblemente no se han dado cuenta de nada. Ahora les hablamos de Fernando González.