Empanada gallega en ‘prime time’

Una vez hecha la limpieza de profesionales incómodos en Radiotelevisión Española, Mariano Rajoy se constituyó la noche de este lunes en un plató para someterse a la primera entrevista televisiva de sus ocho meses de mayoría absoluta y de recortes sin fin. El destino quiso que lo hiciera justo 24 horas después de que el presidente de Francia, Francoise Hollande, compareciera ante sus conciudadanos para explicar en horario de máxima audiencia cuáles van a ser los recortes presupuestarios que acometerá el Gobierno de la República para ajustar su déficit. Lejos de asumir ese gesto como una lección de transparencia jamás practicada por su Gobierno, Rajoy solo mencionó el ejemplo francés para hablar de sus recortes, pero no de las medidas de impulso económico que mantienen los vecinos para no matar su economía y de los anuncios de fuertes impuestos a los ricos, incluido el dueño de los bolsos que luce la alcaldesa de Valencia, al que le han dicho de todo menos bonito por quererse nacionalizar belga. En TVE, Rajoy no defraudó a nadie, ni siquiera a los que todavía le apoyan y le creen. Sus balbuceos tras la primera pregunta (¿va usted a pedir el rescate? ¿cuándo?) se hicieron eternos y dramáticos. No aclaró absolutamente nada sobre la cuestión ni sobre cualquier otra cosa, si exceptuamos, claro, que descarta tocar las pensiones, como descartó subir el IVA, el IRPF o aplicar el copago farmacéutico, por poner solo tres ejemplos de nada. También quedaron claros los conocimientos contables que tiene muy interiorizados el presidente: no se puede gastar más de lo que se tiene, un mantra que repitió insistentemente y que a punto estuvo de ser superado en grado de parvulario por el símil entre sistema financiero y sistema circulatorio. Los periodistas se devanaban los sesos anoche para encontrar un titular llamativo que resumiera esa empanada gallega colocada en prime time con la destreza del cocinero torpón que, sin embargo, no deja que se le queme el hojaldre.