¿Entonces? ¿Quién filtró la libreta?

El mismo día que conocíamos que el magistrado de la Audiencia Nacional Javier Gómez Bermúdez abría unas diligencias de investigación para conocer quién se fue de la lengua en el caso de Publio Cordón (el ministro del Interior es uno de los bocazas) conocíamos en Canarias la sentencia por la que se absuelve a un policía nacional y a un correveidile teldense acusados de haber filtrado la famosa libreta de Toñi Torres a los implicados (o por implicar) en el caso Faycán. Los que han tenido acceso a la sentencia aseguran que la juez de Penal 2 (sustituta de la titular, Mónica Oliva) propina un duro varapalo a la Policía por enredar a uno de sus agentes en una acusación así. Dice la sentencia, que también contradice la postura del Ministerio Fiscal, que no se han aportado pruebas suficientes para condenar a los acusados, lo que deja en el aire la incógnita de siempre: si los policías que tuvieron acceso a la libreta por haber sido los responsables de hacer un informe pericial no tuvieron nada que ver con la filtración, ¿quién entregó una copia de la libreta a algunos de los implicados hasta el punto de llamar la atención del juez instructor de Faycan, Javier García-Sotoca, al descubrir que los detenidos sabían sobre qué les preguntaba? Será uno más de los misterios que quedarán sin resolver en el largo y proceloso proceso de instrucción de una de las primeras causas de corrupción en la que se vio implicado de lleno el Partido Popular.