Explosión teledirigida en CC

Un grupo de afiliados de Coalición Canaria en Las Palmas de Gran Canaria decidió este miércoles quebrar de modo abrupto la aparente paz con la que se avecinaba en las bases el congreso nacional de la formación, previsto para este fin de semana en Santa Cruz de Tenerife. La estampida, aparentemente multitudinaria y con efectos probablemente nulos sobre la organización, la ha capitaneado Eusebio Bautista, un hombre que no deja a nadie indiferente, ni dentro ni fuera del nacionalismo canario. Analicemos algunos detalles que seguramente pueden escaparse y que pueden conducir a explicaciones muy reveladoras. La marcha de Bautista y los suyos ni es casual ni es injustificada: como consecuencia de las ya conocidas medidas de recortes aplicadas por el Gobierno de Canarias en las empresas publicas, Bautista resultó ser uno de los despedidos de la empresa Sodecan, de la que era gerente, puesto por el que recibía un sueldo de 60.000 euros al año. El despido de Bautista desencadenó de manera inmediata una serie de acciones contra las mismas siglas que con tanta pasión y tanto interés había defendido durante años, acciones ejecutadas este miércoles en los medios informativos a tres días del cónclave nacionalista. Como familia que deserta unida permanece unida, en la lista de bajas distribuida este miércoles se encuentra la mujer de Bautista y sus dos hijos, así como Rubén Romero y sus tres hermanos, y José María García Quer, que ya había presentado la baja en abril para dirigirse con paso firme a esa especie de franquicia llamada CCN. Otra destacada pérdida para CC en Las Palmas de Gran Canaria es la de Arcadio Domínguez, que perdió la votación al enfrentarse a Jorge Rodríguez en la pugna por la presidencia de la Asamblea Local de la capital.