Gáldar, al candelabro

No habrá manera de censurar al alcalde de Gáldar, que ha jugado correctamente sus cartas para garantizarse la continuidad de aquí al final de la legislatura. Los concejales del Bloque Nacionalista Rural, que han abrazado los principios fundacionales del nuevo partido de Román Rodríguez, no son suficientes para que el PSOE recupere la plaza. Mientras, Manuel Godoy, impone su ley en el seno del grupo de gobierno, arriesgándose a alguna espantada. Él sabrá. De momento, ha desacreditado con malos modos a tres concejales de su grupo por haberse reunido con los sindicatos para tratar de llegar a algún acuerdo sobre el convenio laboral, un acuerdo que tiene en vilo a todos los trabajadores del ayuntamiento. Godoy, que no sabía nada de esa reunión o de los acuerdos tomados en ella, montó en cólera y mandó un escrito a los sindicatos desautorizando a esos ediles. Curiosamente se trata de los responsables de Personal y Desarrollo Local, entre otras competencias, además de que uno de ellos resulta ser segundo teniente de alcalde y portavoz del grupo de Godoy en el ayuntamiento.