Golf y Judicatura

Cuando decimos un magistrado menos nos referimos a la repentina y aún no explicada desaparición de los alrededores de la segunda sentencia de Emalsa de Javier Varona, quien había dirigido toda la práctica probatoria del proceso contencioso-administrativo del caso Emalsa, pero que fue convenientemente despachado en el momento decisivo para pasar a ser sustituido por un magistrado novel que, a este ritmo, aprenderá todo lo que quiso saber de la carrera pero jamás se atrevió a preguntar. Pero muy bien podríamos asegurar que Gómez Cáceres ya se había quedado solo ante el peligro son anterioridad, solo ante la responsabilidad de revisar una sentencia suya que él y su Sala habían anulado por recurso de nulidad de Saur-Valoriza, que habían resultado derrotados en aquella resolución de 2008. Porque, además del despeje de Varona, podemos considerar que el otro magistrado que forma Sala, Jaime Borrás, confirma cada día sus palabras de que en estos momentos de su vida le interesa mucho más el golf que el Derecho. Porque, salvo que se reuna a deliberar en horas intempestivas con el resto de compañeros o se celebren en el Club de Golf El Cortijo las sesiones deliberantes, muy poco decisivo puede haber sido este magistrado en resoluciones tan determinantes como las de Emalsa o Tebeto.