Intentarán evitar la censura

No hemos exagerado lo más mínimo la descripción del estado en que han de operar los miembros de la oposición en el Cabildo grancanario y en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. De este modo es absolutamente humano y comprensible que Pepa haya estado llorando cuatro días seguidos, o que José Manuel Soria, apoyado por un sesudo equipo de juristas (algunos incompatibles para estos menesteres), haya empleado mucho tiempo en encontrar una fórmula presuntamente legal que le permita poner todo tipo de trabas a la moción de censura que han de presentar los grupos políticos de Nueva Canarias y del PSOE. Se agarrarán a cualquier argucia, incluida la de que Soria renuncie a su acta para que tome posesión como presidente Larry Álvarez y no existan teóricas argumentaciones para la censura. No sabemos si la cosa es fraude de ley, pero da un tufo a ilegítima que tira para atrás. Los censurantes también le preparan la contra.