Jaula de grillos quemados

El patrimonio gomero de la Humanidad se quema y el espectáculo dantesco que otro día más ofrecen los responsables públicos en presencia provoca ardor de estómago. La climatología ha dado un respiro a la lucha contra el fuego feroz, solo para frenar su avance, en el quinto día de la reactivación del incendio del primer sábado de agosto en que la polémica ha convertido a la isla colombina en casus belli nacional. Y todo por la virulencia in crescendo de políticos del PP, desde el secretario regional Asier Antona hasta el propio ministro de Medioambiente (sic) Arias Cañete, pasando, otra vez, por la delegada del Gobierno con nuevo jefe de Gabinete, Hernández Bento. Todos han elevado este martes el tono contra el Ejecutivo autónomo y hasta el cabildo de La Gomera, en una escalada a la defensiva desde la Administración General del Estado con el objetivo de poner a buen recaudo la imagen del un Gobierno central de vacaciones en hoteles ilegales o de fiesta nacional en los toros, sin prestar la debida atención al desastre natural que sufre la isla. Ha sido esta jornada una auténtica jaula de grillos quemados, en la que se echa de menos una reflexión esclarecedora de ese portento de la gestión de lo público que se llama José Manuel Soria, por su condición de canario ministro en jefe, no por su competencia en el ramo.