Jugó a ganador y perdió

¿Recuerdan la campaña de dinamización que llevó a la vía plateada a la Presidencia de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Las Palmas? Sí hombre sí, ese proyecto lanzado desde la consejería de Adán Martín, luego seguida desde el Cabildo por Ezequiel Ramírez, con la que pretendía dar un empujón a las zonas comerciales abiertas de la isla y que se convirtió en captación de votos para la causa de Suárez Gil. Recuerden también que en la cúspide de ese programa se encontraba Mario Cáceres, que a la postre fue el sacrificado cuando la cosa empezó a cantar más alto que el Carreras. Sacrificio que no fue tal, sino más bien reubicación. El caso es que termina el mandato y nada hay asegurado sobre si se volverá a reeditar la fórmula en el futuro. Lo que significa que los dinamizadores se quedan en la calle, al menos hasta que el que llegue diga si procede seguir adelante. Quejosos están los que se han dejado las suelas de los zapatos visitando comerciantes, sobre todo porque no entienden cómo Ramírez no amplió la duración para poner el proyecto a cubierto de las siempre traumáticas tomas de posesión e inicios de reinado. Pero volvamos a Cáceres.