¿Llamaron a Venancio?

Las paredes de cristal de la Cámara de Comercio de Las Palmas necesitan una manita de Netol. Se han vuelto opacas, la muy puñeteras, lo que nos lleva a tardar un par de días, incluso semanas, en enterarnos de los pormenores de los acuerdos oficiales que allí se toman. Les hemos contado aquí mismo que la Cámara plateada acordó el otro día comprar una planta completa del edificio Dunas Triana para alojar allí esa especie de academia de formación que tiene en unos locales por los que paga un elevado alquiler. El acuerdo parece limpio y diáfano, salvo por el insignificante detalle de que hay al menos una persona que alega no haber sido convocada en tiempo y forma para acudir a esa reunión decisoria. Se trata del propietario de Muebles Venancio, en Telde, una de las voces críticas de la gestión plateada, que ya ha demostrado no tener pelos en la lengua. No lo llamaron para ese pleno, lo que tiene escamado a más de uno.