Llegó el Plan Insular y los cogió agachados

Alguien sopló a Soria que en 1993, siendo consejero de Industria el desaparecido Andrés Calvo, la secretaria general técnica de esa consejería era Paquita Luengo, actual vocal de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE y secretaria de la Mesa del Parlamento. Es verdad que en 1993 Industria decretó, con informes favorables de los Servicios Jurídicos de la Comunidad Autónoma, la caducidad de un permiso de investigación que tenía Cabo Verde, S.A. en Tebeto, al tiempo que le anuló el permiso de explotación, que le fue otorgado a Canterías de Arucas, S.A. Es verdad que Cabo Verde recurrió la anulación del permiso y en 1998 la Justicia falló a su favor. Pero también es cierto que esa sentencia del 98, la 586, no fue recurrida por el Gobierno (que ni siquiera aportó una tasación alternativa a la que proponía el recurrente) y sí por Canterías de Arucas, de la que, por cierto, ejerció de procuradora Mari Carmen Benítez, esposa del vicepresidente buscador de petróleo. En 2004, Cabo Verde obtuvo de Luis Soria una concesión minera que no debió otorgarse nunca porque desde 2001 el Plan Insular de Fuerteventura prohibía esta actividad en un radio de seis kilómetros alrededor de Tindaya. Así que fue Luisito, Manolo, el que otorgó una concesión por la que ahora se reclaman daños y perjuicios.